Si es usted residente en Madrid y sólo con ver el título de estas modestas líneas ya habrá adivinado que me estoy  refiriendo a la Alcaldesa de Madrid Carmena , la «superlíder» de los «anticoches».Se habrán dado ustedes cuenta del INFIERNO en que ha convertido el tráfico de Madrid la prohibición puesta en marcha por el Ayuntamiento por la zona cada vez más amplia del centro de la ciudad ,que tan graves  consecuencias de tráfico infernal y atascos gigantescos está produciendo en las áreas aledañas a ese centro prohibido . Es una auténtica locura lo que están haciendo en nombre de la lucha contra la contaminación , cuyos efectos se vienen exagerando de forma sectaria, en beneficio de l venta y relevo de toda clase de vehículos automóviles antiguos y/o de funcionamiento diessel .

Las consecuencias de este horror de tráfico son tan variadas como numerosas . Las inmediatas se refieren a la desesperación y enloquecimiento de los conductores afectados que ,con lógico apresuramiento , cometen toda clase de errores e infracciones más o menos peligrosas en lo que respecta al tráfico mismo de automóviles y peatones , mientras ,al tiempo , corren el riesgo de sufrir algún tipo de dolencia fulminante , consecuente al stress a que se ven sometidos ,como infartos,ictus etc .Posibilidad que no sólo afecta a los conductores sino a todos los ciudadanos en su cercanía.

En segundo término aparecen daños colaterales multiples derivados del retraso de muchas decenas de miles de madrileños en llegar a sus destinos de obligación como son  primariamente sus lugares de trabajo .También hay que tener muy en cuenta las necesidades de presencia ,muy fundamentalmente la de llevar a hijos o nietos a colegios y guarderías a niños pequeños ,transportados por padres o abuelos. Un auténtico y masivo desastre  ,tras el que se encuentra el odio al «coche antiguo» «ferozmente contaminante» como se pretende y consecuentemente a sus propietarios . Propietarios que ,claro , son tan antiguos o mucho más que sus vehículos o modestos trabajadores autónomos y que son los más perjudicados por esta obsesión seguramente corrupta en beneficio de vendedores de automóviles y las comisiones imaginables de tales vendedores  a gentes del Ayuntamiento .Aquí nada de «los mayores primero» , sino que «se jodan los mayores» y sus pobres patrimonios supervivientes a sus edades –