Gastronomía

Algo tendrá la hojaldrina de Alcaudete cuando la bendicen

Navidad tras Navidad hay productos que no pueden faltar en la mesa, en las cestas, en el espiritu que todo lo inunda y que transforma los días rutinarios en pura magia. Se ha paseado por España entera y, de unos años a esta parte, lo hace por el mundo entero. La hojaldrina de Alcaudete, la de Productos Mata, lleva las señas y el sabor de nuestro país por todos los continentes.

En pleno proceso de internacionalización, la compañía jienense, al tiempo que sigue triunfando en el mercado con su tomate frito único, sus trigueros fritos en aceite de oliva virgen o sus míticas habitas baby, no descuida (al contrario, potencia) el símbolo de la casa, que con tanto tiempo mimara Don Carlos Mata, como de un tiempo a esta parte ha aprendido a hacer el actual gerente, Antonio Mata.

Generación tras generación, y con más de 120 años de historia, no han dejado de crecer. El timón ha pasado de una mano a otra. Manos firmes. Son los inventores de la hojaldrina, y por tanto, de un dulce navideño de una singularidad y una tradición a prueba de manteca, harina y azúcar. Los imitadores han quedado en el camino. El original siempre se prefiere a la copia.

Los millones y millones de kilos de esta delicatessen son orgullo de unos emprendedores llanos, muy humanos, como tantos otros de éxito que empezaron con un obrador de confitería, con una tienda de comestibles, que guardan, con orgullo, en el recuerdo.

 

 

 

 

11 diciembre, 2018

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