Han sido miles y miles de personas las que se han sumado a sus filas desde el inicio de la campaña: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Murcia, las Canarias… todas han contribuido a la puesta de largo de MIEL (Movimiento Independiente Euro Latino), que concurre a las elecciones europeas del 26M como partido revelación después de haber aglutinado, por vez primera en la historia de España, el voto  para estos comicios, muchos de ellos, un porcentaje altísimo en las Canarias.

Era sorprendente que con la nutrida comunidad latina que reside en España desde hace décadas no hubiese cuajado una formación representando la voz de ese colectivo que, aunque perfectamente integrado en la sociedad española y ya parte de ella, tiene sus propias necesidades, sus intereses, sus prioridades. José Luis Cordeiro y los miembros de su lista lo han conseguido.

Han visto el hueco, el target. Cordeiro ha insistido en que MIEL es “el partido que no es de derechas ni de izquierdas sino del futuro”. Y ha desgranado día a día las propuestas para ayudar a los autónomos, a los pequeños empresarios, a los estudiantes que deben convalidar estudios universitarios o a los trabajadores que tienen que homologar sus títulos profesionales.

Ha incidido además en otro factor relevante: “somos la lista más internacional, la que incluye candidatos de un mayor número de nacionalidades, alguno de ellos venezolanos”, en un momento especialmente crítico para el futuro de ese país.

MIEL aspira a convertirse en la voz de América Latina en Europa y precisamente Cordeiro (ingeniero, economista e intelectual de proyección global, de origen venezolano, familia española) ha subrayado la necesidad de combinar medidas pragmáticas para la comunidad latina con principios que pasan, esencialmente, por la lucha contra los populismos y la defensa auténtica y férrea de la democracia.

MIEL ha venido para quedarse. Con propuestas rupturistas para los ciudadanos procedentes de Ecuador, Venezuela, República Dominicana o Bolivia, este partido cuyos integrantes llegan de fuera de la política pretende romper además con la ola de ciertos tintes xenófobos que han exhibido en su discurso algunos dirigentes de VOX.

MIEL pretende asegurar, por fin, que “los eurolatinos sean ciudadanos iguales de pleno derecho” en toda la Unión Europea. Aspira a que los europeos que tienen su origen y muchos aún sus familias en Argentina, México, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay o Paraguay encuentren en Europa una verdadera y nueva patria que los acoja con todas las de la ley, y propone eliminar trabas burocráticas que tienen en el día a día para desenvolverse como ciudadanos de pleno derecho. “¿Por qué deben pasar por más ventanillas, hacer más colas y más trámites?” Se queja Cordeiro. “Esto tiene o debería tener solución. Hay que ponerse manos a la obra”.