La piel de cada persona es diferente: su grosor, su estado, si tiene lesiones visibles, si sufre alguna enfermedad… Y el mercado pone a disposición del consumidor una enorme oferta de cosméticos, tratamientos y técnicas que tratan todo tipo de arrugas, flacidez o manchas, entre otras.

Ante todas estas posibilidades, la persona que realmente puede analizar nuestra piel, diagnosticarla y ofrecernos una solución a medida, es el médico dermatólogo. Sin ese conocimiento preciso del profesional sobre cómo podemos mejorarla y cuidarla, estaremos dando palos de ciego cuando compremos unos u otros productos.

“Los dermatólogos no solo ayudamos al paciente ante un problema funcional, como dermatitis atópica, rosácea u otras enfermedades que merman la calidad de vida” señala la Dra. Ángela Hermosa Gelbarg, dermatóloga de Clínica FEMM. “También proporcionamos soluciones más vinculadas a la estética, por ejemplo, eliminación de manchas solares”.

A veces no acudimos al dermatólogo por desconocimiento sobre la ayuda que nos puede proporcionar. A continuación, señalamos los diagnósticos y tratamientos que podemos recibir de este especialista:

• Dermatología general: patologías dermatológicas, lesiones cutáneas, tumores, acné…
• Tricología: la medicina capilar también forma parte de la especialidad de la Dra. Hermosa. Diagnóstico y diversos tratamientos, con vitaminas, plasma rico en plaquetas…
• Dermatología estética: tratamiento de arrugas dinámicas, reposición de volúmenes faciales, peelings químicos profundos…

“Además de diagnosticar el estado de salud de la piel y de realizar los tratamientos oportunos, ofrecemos a nuestros pacientes asesoramiento sobre los productos que mejor se adaptan a las necesidades de su piel, cómo aplicarlos y con qué frecuencia.” Añade la Dra. Hermosa.

El asesoramiento del especialista permite escoger los productos más adecuados a nuestras características y que los resultados de su aplicación sean más notorios.