Opinión

Ribó, quintaesencia del nuevo político antisistema

Crónica de una fantochada anunciada. La falsa Cabalgata de Reyes de Ribó. No es una simple anécdota. Todo lo ocurrido es categoría. Más después de conocer que el muy honorable alcalde nombró cargo de confianza al organizador del pasacalles republicano. Más tras saber que dos de las ‘magas’ ya participaron en actos de Compromís.

Así son ellos. Los antisistema. Hacen piña. Agreden cuando les parece. Ignoran lo que significa el respeto en una sociedad democrática. Vapulean al diferente o, simplemente, lo ningunean. Y van de ocurrencia en ocurrencia, de improvisación en improvisación. Confunden la política con el circo. Y los ciudadanos lo pagan.

En este sentido, Ribó, que perfectamente podría encabezar una candidatura podemita para cualquier tipo de elección, simboliza de los pies a la cabeza al nuevo dirigente antisistema. Lo que son. Lo que se espera de ellos.

Su vocación es destruir. Todo lo tradicional, lo establecido, lo acordado por todos o por una mayoría abrumadora durante años, sobra. Ha de ser demolido. ¿Para qué? Da igual. La tarea de derribo es un fin en sí mismo. Luego ya veremos si lo que sustituye a lo que había es un churro, es un error, o directamente la nada.

Ribó y cía nos habían dicho que agarraban el bastón de mando de ayuntamientos como el de Valencia (por no hablar del que desgobierna Kichi en Cádiz) para enarbolar la bandera de la justicia social, para liquidar las desigualdades de un plumazo. ¿Y qué están haciendo? Básicamente, poner sobre el horizonte un patético castillo de fuegos artificiales que distrae al personal y no le hace pensar en la incapacidad de sus dirigentes para resolver los problemas reales. Los de los valencianos y los de millones de españoles.

@alfonsomerlos

CEO MADRID CODE

9 enero, 2016

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