Y lo hace hoy, cuando 15 personas se sientan en el banquillo de los acusados tres años después de la tragedia que acabó con la vida de cinco chicas. Entre ellos se encuentra el empresario organizador, Miguel Ángel Flores, quien se encuentra imputado por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y treinta de lesiones por imprudencia. Flores será obligado a responder sobre las cuestiones se planteen en torno a la polémica fiesta de Halloween celebrada en el citado recinto municipal en la noche del 31 de octubre del pasado año 2012.

Tal y como recoge el escrito definitivo del juez Eduardo López-Palop, se produjo un exceso de aforo. Mientras la capacidad máxima del mismo era de 10.620 personas, para la fiesta en la que se produjo el desagradable suceso se llegaron a vender en torno a 23.000 entradas, dato clave revelador.

El auto emitido dice además que “la pista central del espacio se encontraba no solamente saturada, sino en una situación de aglomeración y contacto físico entre las personas, lo que les impedía desplazarse en la dirección deseada y produjo la situación de angustia”.

La lista de acusados la completan el ex inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo; el director general de Diviertt, empresa organizadora de la fiesta, Santiago Rojo Buendía y el jefe de personal de la misma, Miguel Ángel Morcillo Pedregal.
Entre otros, también se enfrentan a penas de prisión los médicos Simón Viñals Pérez y Carlos Viñals Larruga.

Tras un largo infierno de sufrimiento, a partir del día de hoy, se juzgará a los responsables.