El magnate chino Wang Jianlin abandona el prometedor proyecto en pleno centro de la capital y rompe la relación con el estudio de arquitectura Carlos Lamela, el encargado de la reforma del Edificio España, por las constantes trabas que el ejecutivo de Manuela Carmena le está imponiendo.

La prometedora reforma que se llevaba gestando desde que en julio del 2014 se adquiriese la propiedad por 265 millones de euros, aspiraba a convertir la mítica infraestructura en un gran hotel y centro comercial de lujo. La única condición exigida, impedía su derrumbamiento total respetando los materiales, formas y dimensiones que hasta el momento se daban ya que el inmueble está protegido por su valor histórico-artístico.

La situación ha llegado a estar tan bloqueada que el Grupo Wanda decidió hace semanas ponerse en contacto con la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien recibió al empresario Michael Qiao hasta en tres ocasiones. A pesar de los encuentros y del apoyo que por parte de esta institución pública se ha recibido, el Consistorio ha decidido ignorar cualquier propuesta. Y lo hace a través del edil de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, quien desató hace semanas de nuevo polémica por no dar los permisos necesarios para la reforma que se pretendía en el Estadio Santiago Bernabéu.

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