Hace apenas unos años muchos dudaban de su viabilidad. De hecho, pocos en el anterior gabinete de Moncloa apostaban por finalizar su obra en tiempo y forma. Sin embargo, el tiempo ha dado la razón a quienes apostaban por una infraestructura «crítica» para la vertebración de España y para su desarrollo turístico e industrial. Los datos son claros:

El AVE se ha comido al avión. Renfe transportó 10.867.000 viajeros en los trenes de Alta Velocidad (Ave y Alvia) que circulan en la relación Madrid-Cuenca-Requena-Valencia durante los cinco primeros años de funcionamiento. El trayecto entre Valencia y Madrid, punto a punto, ha sido el más demandado con más del 87 por ciento de los viajeros totales.

El número de viajeros para desplazarse entre las dos ciudades se ha incrementado en 140.000 viajeros durante el pasado año, lo que supone un incremento del 7 por ciento con respecto a 2014. La relación, punto a punto, supera por primera vez los dos millones de clientes anuales, entre ambas capitales. ( 2.092.000 de viajeros durante 2015 frente a 1.952.000 clientes del 2014).
La respuesta positiva de la demanda frente a otros medios de transporte en los cinco primeros años de funcionamiento del servicio de alta velocidad entre Madrid y Valencia, ha supuesto la inversión de la cuota de mercado respecto al avión. El tren supone el 87,5 % de la cuota de mercado frente al avión.