Un acto político cualquiera. En la calle. En libertad. La que se supone que está permitida a todas las formaciones salvo al PP. En España, en la última década contra el partido de la gaviota ha valido casi todo. El insulto, la amenaza, la agresión, el boicot… el cordón sanitario. Acto final de una obra de la que hemos seguido y sufrido cada capítulo. ¿Horizonte de España? Ni se sabe. Malo o peor. ¿Objetivo? Únicamente uno, expulsar al Partido Popular de las instituciones después de haberle escracheado sobre el asfalto.
¡Gracias ZP! ¡Ánimo Pedro!
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