El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, ha rechazado la invitación del Real Madrid para acudir al palco del estadio blanco, el Santiago Bernabéu. Según Espinar, esta decisión la toma porque uno de los «principios» de su partido es «combatir los privilegios de clase política«.

En una carta remitida a la junta directiva blanca, encabezada por el presidente, Florentino Pérez, el también diputado de la Asamblea de Madrid confirmo que no acudirá al santuario merengue a ver el partido contra el Espanyol del pasaso domingo. Además, pidió a los responsables del club que no le enviaran más invitaciones porque las declinaría «todas«.

En el mismo texto, Espinar -reconocido aficionado madridista- aseguraba que cada vez que desease ir al Santiago Bernabéu pasaría «por taquilla, como cualquier ciudadano«.

Para el podemita, este tipo de acciones son «el motor» que le mueve a militar en la formación magenta. Del mismo modo, Espinar critica abiertamente que el Palco de Honor de Concha Espina esté habitualmente «transitado por representantes de todas las fuerzas políticas«.

La actitud de Espinar no es nueva en las filas de Podemos. El propio líder morado, Pablo Iglesias, criticó en más de una ocasión las reuniones que no fuesen públicas, poniendo el ejemplo de los reservados de los restaurantes. No obstante, en más de una ocasión, Iglesias ha sido cazado comiendo en este tipo de lugares con personas de influencia en varios sectores de referencia.

Aún así, no sería descartable ver a Espinar cerca de Florentino Pérez, ya que su incoherencia es notoria. Por ejemplo, en un tuit manifesto: «Somos los hijos de los obreros que nunca pudisteis matar, los nietos de los que perdieron la Guerra Civil. Impuninidad, la vuestra».

Sin embargo, obviando el caduco lenguaje de lucha de clases, Espinar olvidó detallar que él mismo no es hijo de obrero, sino de uno de los acusados en el caso de las tarjetas black.