Editorial

Condecoremos a los policías que engrandecen nuestra democracia

Cosas que caen por su propio peso. Que cobran sentido en sí mismas y por sí mismas. Un agente del Cuerpo Nacional de Policía que en Pontevedra detiene a un menor sospechoso de agredir sexualmente a tres mujeres. Un agente de baja por otra intervención que había tenido en defensa de la seguridad pública. No es la primera vez que este uniformado actúa fuera de servicio, poniendo en riesgo su integridad física.

Dos chicas que se dirigen a recoger el coche después de haber estado corriendo y siendo atacadas por un individuo que las manosea. Las víctimas que piden auxilio. El agresor en huída. Pero el CNP no descansa.

El buen hacer de cualquier profesional debe ser recompensado. Es una regla básica de la meritocracia, y esa forma de proceder está en la misma esencia de la democracia. Por eso va de suyo que este policía que ha generado una mayor seguridad entre los vecinos sea reconocido. Desde la Comisaría de Pontevedra. Desde el Consejo de la Policía de Madrid. Prestigiar a quienes lo merecen. Es mejor para la seguridad, para la democracia. Para la libertad.

6 febrero, 2016

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