El expresidente de la Comunidad Valenciana Alberto Fabra ha asegurado que es «difícil de creer» que la exalcaldesa de Valencia y senadora Rita Barberá no supiera nada de lo que sucedía en su grupo municipal.

Fabra ha mostrado su escepticismo al respecto, más aún cuando «su entorno» está siendo investigado en la operación Taula. En ella están implicados la mayoría de ediles populares en la capital de la Comunidad Valenciana acusados de cobro de comisiones en torno a la empresa Imelsa y sospechas de blanqueo.

Además, Fabra ha incidido en los argumentos que ya han dado desde Génova. De este modo, el expresidente valenciano ha aconsejado a Barbéra que «dé la cara» y le ha pedido que «dé un paso atrás«.

Al igual que hizo el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, Fabra ha indicado que dicho «paso atrás» permitirá a su partido «seguir avanzando y generando confianza«.

En este sentido, el expresidente valenciano ha afirmado que desde el instante en que hay «momentos de duda, lo mejor es que esa persona dé un paso atrás«, y ha vuelto a mencionar esa expresión para exigir que «cualquier persona que entorpezca la generación de confianza» de darlo.

Aunque ha mantenido que se debe respetar la «presunción de inocencia«, Fabra ha indicado que «la responsabilidad política debe estar distante de lo que es la responsabilidad judicial«.

Como ejemplo, se ha puesto a sí mismo, ya que cuando accedió a la presidencia valenciana tras la dimisión de Francisco Camps, mantuvo ese «criterio» con los once diputados imputados que había en el hemiciclo autonómico. «Fue una época complicada«, ha añadido Fabra.