El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, reunió ayer a los representantes del Partido Popular en el Senado. Acudieron todos, excepto una senadora. Y no fue por casualidad o enfermedad. La ausente fue la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Según ha declarado la exmandataria valenciana, no asistió a la reunión con su jefe de filas porque lo consideró «más prudente«. A su vez, declinó volver a ir a su puesto de trabajo mientras «no se produzca una clarificación de la situación actual«.

Barberá ha asegurado no entender por qué es la «protagonista» de las noticias «sin estar investigada, ni imputada ni procesada«. Además, se ha reafirmado en que no tiene «nada que ver» en el caso Imelsa, por el que se está investigando a la mayoía de concejales del PP en Valencia por presunto cobro de comisiones y blanqueo de capitales.

«No sé de qué tengo que dar explicaciones«, ha declarado Barberá sobre las exigencias de mandatarios populares de que deponga su actitud y salga a la palestra a explicarse.

La exmandataria, que llegó a ser referente del municipalismo español y del PP -fue apodada como ‘alcaldesa de España-, ha visto como en los últimos días dirigentes populares le han pedido que dé «un paso atrás» y «explicaciones».

Los dos últimos que se han manifestado en este sentido han sido el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, y el expresidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra.