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Descubre una de las profesiones con más futuro

¿Te han regalado estas navidades un «avioncito de esos»? ¿Es posible que hayas visto a tu vecino, a su hijo, a su sobrino o a todos juntos volarlo en la placita donde habitualmente se escuchaban golpes de balón?

Si, hablamos de los drones, han llegado desde el futuro directamente al parque infantil de tu barrio y lo han hecho para quedarse.

Nos encontramos en un momento para los drones similar al que vivieron los teléfonos móviles en los primeros años tras su nacimiento: escepticismo, desconfianza e incluso incredulidad ante su uso o sus potenciales aplicaciones.

No, no es un juguete cualquiera, es un dron, es una máquina que proviene del desarrollo militar y que llegaría el momento en el el público en general dispondría de ellas. Ese momento ha llegado.

No podemos negar que se ha convertido en uno de los artilugios tecnológicos más punteros y que más impacto han tenido en la sociedad de consumo tecnológico de los últimos tiempos. Sus aplicaciones van desde juguetes que aprovechan su tecnología (giróscopos, altímetros, gps, cámaras on-board, etc.) hasta verdaderas obras de arte tecnológicas capaces de realizar multitud de funciones en diversos campos de aplicación, todo desde el aire.

Estas máquinas, que hasta la generalización del término “dron” eran conocidas como UAVS, han tenido al sector militar/defensa como eje de su desarrollo y aplicación pero a la vez y en paralelo se han ido desarrollando aplicaciones también en el ámbito civil que, hasta ahora, bien podría decirse que rozaban la ciencia ficción.

El panorama tecnológico ha cambiado. La democratización de este tipo de productos y su incursión en el consumo de masas ha hecho que se dispare el crecimiento de la industria relacionada con la fabricación, comercialización y desarrollo de componentes y suministros relacionados, pero a día de hoy estos ingenios voladores, en su gran mayoría, deben de ser pilotados.

Evidentemente el mercado no ha tardado en recibir con los brazos abiertos esta tecnología que permite usos antes limitados a los medios aéreos tradicionales.

Aplicaciones civiles directamente relacionadas con el sector audiovisual, el transporte, equipos de rescate o fuerzas y cuerpos de seguridad necesitan de una persona capaz de dirigir y gestionar de forma segura toda la operativa que conlleva la puesta en marcha de un dron.

Mostramos un ejemplo de su utilidad desarrollada por @Correos cuya función es la de entregar correspondencia en enclaves de difícil acceso.

En cuanto a la preparación y formación que merece una profesión como es la de piloto de dron debemos de mencionar que para el desarrollo profesional de esta actividad requiere de una autorización y una formación específica.

Dichas formaciones pueden llevarse a cabo en algunos de los centros formativos autorizados por la Agencia Española de Seguridad Aérea, órgano encargado y competente en esta materia

Link: Listado de Centros de Formación Autorizados por la AESA

El panorama actual plantea un escenario donde se manifiesta la necesidad de estos futuros profesionales.

Tal vez no te sea atractiva la idea de pilotar un dron, pero si tu ambición pasa por tener una empresa de base tecnológica y cuyo futuro está asegurado, tal vez deberías de tomarte un café con esta idea, puede ser que seas parte del futuro y aún no lo sepas.

A pesar de todo, si te va mal, puedes ser el mejor piloto de drones del parque.

Como dice la célebre frase, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

@patadeardilla

12 febrero, 2016

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