Que el dinero ha evolucionado a lo largo de la historia es algo que se observa junto a la  evolución del propio ser humano. Desde el pago en sal, hasta el dinero en papel, pasando por los doblones de oro, y como no, la tecnología de los bits y la aparejada llegada de las las tarjetas de crédito electrónicas, se ha demostrado que el dinero está vivo y crece junto con el desarrollo de la tecnología.

El NFC (Near Field Communication) es un sistema abierto de gestión y transmisión de datos inalámbrico de corto alcance que permite la comunicación entre dispositivos de forma segura y en operaciones especialmente sensibles, como puede ser un pago electrónico.

Dicho sistema funciona en la banda de 13.56 MHz y podemos decir que es una especie de bluetooth para comunicaciones instantáneas y seguras.

Esta tecnología tiene sus antecedentes en las etiquetas RFID que no son otra cosa que los sistemas de protección que nos podemos encontrar en algunos establecimientos para ciertos productos. Al salir de un establecimiento sin que te desactiven dicha etiqueta suena la alarma.

Actualmente muchas son las empresas que empiezan a implementar esta tecnología que no es nueva (nace en 2003) pero que no ha sido hasta estos últimos años en los que se ha popularizado su uso gracias también a la evolución de los dispositivos móviles que llevamos con nosotros todo el tiempo y los cuales van empezando a llevar instalados de serie esta tecnología. Si la tecnología NFC tiene un aliado por excelencia, ese es el teléfono móvil, el cual es y será el mejor vehículo por el que esta tecnología encuentre su desarrollo.

A continuación mostramos un ejemplo del pago mediante NFC en este video ilustrativo realizado por Bankinter:

En resumen, los sistema NFC cada vez estarán más presentes de serie tanto en nuestros dispositivos móviles como en los comercios donde habitualmente operemos.

“El pago está hecho, puede guardar su móvil.”