Tecnología

¿Digital, analógico o humano?

No hay duda del papel protagonista que multitud de ingenios han tenido a lo largo de la historia y que de una u otra manera nos han hecho la vida más sencilla en campos y sectores que van desde el transporte, hasta la sanidad pasando por la revolución del ocio o la comunicación. Desde la invención de la rueda, hasta las comunicaciones electrónicas globales, el mundo ha cambiado y nosotros con él.

Actualmente, el impacto de la tecnología en nuestras vidas es total. Dispositivos móviles, comunicaciones instantáneas globales, fotografía digital, tablets multifunción capaces de aportar la lectura de un libro o convertirse en tu oficina portátil.

Álbumes de fotos, libros con olor a papel viejo, cartas con matasellos, diarios en cuadernos… Existe una nostalgia asociada a una época donde la tecnología tenía una papel más cercano a la ciencia ficción que al uso general y cotidiano ¿En qué punto nos encontramos? ¿Facilidad y comodidad a cambio de la pérdida del alma de ciertas cosas?

Existe una resistencia basada en la no evolución tecnológica, en la preservación del uso y la «tangibilidad» de ciertos hábitos que, a pesar de las evidentes mejoras y comodidades, no siempre reportan la esencia total de lo que un día fue.

No es lo mismo recibir una postal que recibir un whatsapp; no es lo mismo tocar una foto del pasado que verla en tu pantalla; no es lo mismo volcar fotografías de una tarjeta SD que el ritual de revelar un carrete. Ni que decir tiene el valor que por escasez tenía una cámara de fotos donde la limitación hacía agudizar la creatividad y el ingenio. No es lo mismo el calor de una conversación, que la barra de notificaciones de mensajes. No, no es lo mismo.

Tiempos pasados fueron mejores, pero ¿es necesario dejarlos atrás?

Os mostramos un cortometraje francés que trata acerca de ese escenario distópico donde perdamos todo porque realmente no tuviésemos nada. La evolución hacia la intangibilidad de los recuerdos y las experiencias nos puede llevar a la intangibilidad de nosotros mismos.

@patadeardilla

13 febrero, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *