Que el Ayuntamiento de Madrid es un caos total lo sabe todo el mundo. Que  esa desorganización desastrosa es fruto de la incapacidad manifiesta del equipo de Gobierno de Ahora Madrid lo conocen las mismas personas.

La inexperiencia hacia la amalgama de siglas alrededor de los podemitas es tal que hasta la propia alcaldesa de la capital de España, Manuela Carmena, ha reconocido que les está pasando factura a la hora de gestionar los destinos de los madrileños.

Tras el bochorno de la Cabalgata de Reyes, el sectarismo  de la mal llamada Memoria Histórica y el presuntamente delictivo acto de Carnaval, Carmena ha asegurado que a sus concejales les falta «experiencia«, y lo ha ejemplificado de una manera muy gráfica: «Nos falta pasar del activismo a la gestión«, ha indicado la exjueza. Curiosa afirmación, puesto que el pacto entre socialistas y Podemos la auparon al Palacio de Cibeles hace ya ocho meses.

Ese espejismo de enfrentarse a la realidad ha durado poco, ya que inmedatamente después ha justificado a su equipo, diciendo que es «muy sano humanamente«. Otra muestra más del buenismo podemita, a la par que de su falta de resultados.

En cuanto a la archipolémica concejala de Cultura, Celia Mayer, Carmena ha asegurado que sería «injusto» cesarla. Y eso que el espectáculo que organizó desde su delegación conllevó en el envío a prisión de dos titiriteros acusados de enaltecimiento del terrorismo y un delito contra los derechos fudamentales.

Además, en su empeño de salir en defensa de sus concejales, Carmena ha intentado la cuadratura del círculo y ha asegurado que la mayoría de problemas y polémicas sobre su gestión se deben a que «cuesta aceptar que es necesario cumplir rigurosamente los procesos administrativos«.