La nueva gestora del PP de Madrid eligió Alcorcón para su primer acto de partido, con presencia de la nueva presidenta, Cristina Cifuentes, y la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, acompañadas por el alcalde de la ciudad, David Pérez. En este encuentro con afiliados y simpatizantes, Cifuentes aclaró que su gestora es «el mismo PP, pero con ganas renovadas», porque «PP sólo hay uno».

Sobre los escándalos que afectan al PP de Madrid, la presidenta advirtió de que el partido «está para servir a los ciudadanos, no para servirse de ellos» y fue más allá al asegurar que «las personas que de manera individual se han corrompido, no son del PP».

Además, Cifuentes quiso lanzar un guiño a las sedes populares en los municipios madrileños y barrios de la capital, a las que prometió que la nueva dirección regional se va a volcar con ellas «para que el PP siga siendo cabeza de lanza» en esta comunidad. Para ello, apostó por trabajar «a pie de calle, fuera de la sede».

Sobre la falta de alcaldes en su gestora, lo justificó en que se trata de «un equipo muy reducido» y en que los alcaldes «se dediquen a sus ayuntamientos en esta nueva etapa». Sin embargo, sí dijo contar con ellos: «Todos están en el equipo de trabajo». Así, aplaudió la labor de David Pérez como alcalde de Alcorcón, que tanto Cifuentes como la propia Cospedal pusieron como «ejemplo» y al que la primera contrapuso la situación de la capital, donde la alcaldesa Carmena y la marca afín a Podemos –Ahora Madrid– «están paralizando todo» y generando «paro y menos libertades».

Por su parte, Cospedal agradeció a Cifuentes que asuma la dirección del PP de Madrid en un momento «tan complicado» y aseguró que esta «crisis» debe servir para «renovar y hacer cosas que antes no se podían hacer». Por todo ello, la número dos del PP confía en que la presidenta madrileña consiga «traer nuevos aires y estar más cerca de la gente».

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