El Ayuntamiento de Madrid ha decidido poner en marcha este martes los dos últimos radares de poste instalados a finales de 2014 en el Paseo de la Castellana, frente al hospital de La Paz, y en el Paseo de Santa María de la Cabeza, a unos 300 metros del subterráneo de la Plaza Elíptica. Ambos radares sólo son de carril, es decir que multarán al vehículo infractor que circule junto al cinemómetro.

La novedad principal es que el radar de Santa María de la Cabeza finalmente va a sancionar a los coches que superen los 70 kilómetros por hora, es decir igual, que los de los túneles de la M-30. La decisión obedece a los problemas de tráfico que ha originado la instalación de este radar. Desde que se colocó en un lateral de la calzada en dirección a la M-30 desde la plaza Elíptica los vehículos iban muy despacio ante la amenaza de la multa. Eso se ha traducido en continuos atascos en la zona pese a que nunca estuvo activo.

Hubo una fase de estudio en la que incluso se pensó en quitarlo y colocarlo en otro punto de la ciudad. La postura definitiva adoptada es que se mantenga el cinemómetro en el Paseo de Santa María de la Cabeza aunque se aumente la velocidad máxima permitida en la zona.