«Es una cocina joven, en plena evolución y con una base sólida de tradición, que camina junto al movimiento culinario que disfrutamos en España».
Así define Gianni Pinto su apuesta culinaria. Desde este acogedor espacio, situado frente a la Basílica Jesús Medinaceli, demuestra que la gastronomía italiana va mucho más allá de la pasta y la pizza, al servir su personal versión de la cocina clásica del sur de Puglia, región en la que el placer de invitar a los amigos a compartir una mesa resulta primordial. Y uno de esos platos, que se preparan en esos encuentros, son los espaguetis a la San Giovannella, preparados con una salsa de tomate siciliana, acompañada de alcaparras, ajo y anchoa, para otorgar al bocado un toque salino y de albahaca.
Cuenta el chef que en su carta tampoco falta el pescado y la carne, ya que en su pueblo (Taranto) existe una gran cultura carnívora. Tras formarse en Milán, trabajar con Carlo Cracco, con dos estrellas Michelin, con Pietro Leemann, en Joia, el único vegetariano de Europa reconocido por la biblia roja, y con Gualtiero Marchesi, decidió ponerse al frente de la cocina de Sinfonia Rossini para plasmar lo aprendido con los grandes. Junto a él, Eugenio Sánchez, alumno de Quique Dacosta.
Deja un comentario