Siempre se ha dicho que Valencia tiene que disputarle el liderazgo a Barcelona en el Mediterráneo y ha de mantener unas grandes relaciones de cooperación con Madrid por todo lo que ello comporta.

Sin embargo, esa loable y genial intención se vuelve perversa cuando lo que se intenta superar es el nivel de paridas, ocurrencias y disparates de tus vecinos y cuando los que lo llevan a cabo son personajes de la talla política de Joan Ribó, Giuseppe Grezzi, Ada Colau, Guillermo Zapata, Manuela Carmena y tantos otros.

Y es que la última magnífica idea para cambiar Valencia que se le ha ocurrido al propio Grezzi, concejal de Movilidad Sostenible de Valencia, ha sido instalar semáforos paritarios. Urge aclaración. Se trata de que las figuras representadas en rojo y verde sean tanto de hombres como de mujeres.

Este hecho, como diría Mariano Rajoy con toda ironía, está a la altura histórica de los Toros de Guisando.

A la espera de legislar medidas que favorezcan la conciliación de las vidas laboral y familiar, incentivos fiscales a las empresas u otros estímulos, el Ayuntamiento capitaneado por Ribó vuelve a hacer la política de gestos.

No son pocos los colectivos y la gente que se han mostrado en contra de esta medida tan populista como poco efectiva. Muchos han mostrado su disconformidad, aludiendo, por ejemplo, a que por esa regla de tres por qué no hay un icono en silla de ruedas.

Otros han tirado de ironía, asegurando que con la ocurrencia de Grezzi, perfectamente encajable en las célebres ‘ribobadas‘, los escoceses que visiten Valencia se sentirán como en casa.

Seguro que en las próximas horas los ‘memes’ no tardarán en inundar las redes sociales, como ya ocurrió con las ‘magas republicanas‘ por las que Valencia fue objeto de mofa junto a la Cabalgata de Reyes de Manuela Carmena.