La Comunidad de Madrid perdería más de 240 millones de euros si se prohibieran los festejos taurinos, tal y como pretenden varios partidos de izquierdas. Así lo confirma el número dos del Gobierno regional, Ángel Garrido, con datos recientes de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos, según los cuales el impacto económico de la fiesta nacional en nuestra comunidad asciende a 12,2 millones de euros de forma directa y otros 232 por vía indirecta.

El portavoz del Ejecutivo autonómico insiste en que «tenemos que potenciar cualquier aspecto que permita incrementar el número de empresas y el empleo» y recuerda que «muchos turistas que llegan a Madrid incluyen en su circuito la visita a Las Ventas y la asistencia a corridas», como avalan las cifras de la temporada pasada: casi 900.000 espectadores en los distintos festejos que ofreció este coso y más de 80.000 visitas al Tour de Las Ventas. Las previsiones para este año son todavía mejores tras la reapertura del museo taurino, cerrado hasta el pasado mes de octubre por obras de ampliación, por lo que se espera superar las 100.000 visitas.

Pero los beneficios no se limitan sólo a la capital, sino también al resto de la región. El año pasado se celebraron festejos en dos de cada tres municipios madrileños, con un total de 942 espectáculos taurinos, siendo los más populares las sueltas de reses y los encierros, de los que disfrutaron 1,5 millones de espectadores.

A pesar de lo que reflejan estos datos, son cada vez más los ayuntamientos madrileños en los que algunos grupos se han propuesto boicotear –cuando no suprimir directamente– esta realidad. Una ofensiva que se ha intensificado tras la entrada de las marcas locales de Podemos en los consistorios, incluso gobernando en algunos de ellos. Destaca el caso de la capital, donde Carmena ha dejado sin subvención a la Escuela de Tauromaquia de Madrid.

Otros alcaldes de Podemos y afines también han intentado suprimir esta tradición, aunque el resto de grupos se lo ha impedido, como ocurrió en Pinto y Ciempozuelos, donde la nueva alcaldesa se negó a subvencionar estos festejos, incluso aunque el Pleno por amplia mayoría aprobó mantener dicha ayuda.