Con los papeles de Panamá se ha cometido un único delito: el acceso no autorizado al servidor de correo de la firma de abogados Mossack Fonseca. Y paren de contar.

Con este enfoque, la noticia no sería noticia ni ocuparía grandes espacios en medios de comunicación, pero se debería saber distinguir entre un auténtico fraude y un ejercicio de previsión y responsabilidad.

Un auténtico fraude, además de un verdadero peligro, es tener como tercera fuerza política en España a una formación financiada por el gobierno bolivariano de Hugo Chávez. Ayer el diario ABC aportaba documentación, rubricada por el propio Chávez, en la que se ordenaban pagos a la fundación que dio origen a Podemos.

Un ejercicio de previsión y responsabilidad, al contrario de lo visto en el pérfido comportamiento descrito en el párrafo anterior, se trata simplemente de pulsiones, sentimientos y emociones humanas. Si estamos de acuerdo en que el dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla antes, estaremos de acuerdo en que, en este cometido de intentar ser felices Hacienda y los impuestos actúan como una fuerza completamente antagónica a nuestro propósito, y en el caso de España, además fuera de control, dopada y carente de piedad.

A quien tenga una pequeña fortuna y quiera ponerla a buen recaudo de vampiros, jetas y manirrotos, siempre le animaré a llevarla (como diría el emérito) más allá de nuestras fronteras.

¿Acaso se puede acusar a alguien por querer proteger y garantizar el bienestar de su familia? ¿Es un acto punible el velar por que el humilde patrimonio que uno pueda tener, quiera seguir teniéndolo? ¿Debemos reprobar los comportamientos derivados de nuestro instinto animal que de forma involuntaria nos empuja a querer lo mejor para los nuestros?

Tras toda una vida de trabajo, tener la suerte de poseer una cierta cantidad de dinero y guardarla fuera de España, es algo equiparable a un extintor colgado en la pared. En palabras de Don Draper: “como una enorme valla que rodea tu casa y que afirma a gritos que hagas lo que hagas estarás bien”.

Javier Trinidad