El separatismo en general, y el catalán en particular, vive en gran medida de sembrar cizaña y propalar el odio contra “el otro”, y al tiempo buscar generosas fuentes de financiación para seguir difundiendo mensajes de rencor y hostigamiento.

Una editorial que ha recibido recurrentes subvenciones para editar obras ha publicado “Perles catalanes”, que constituye todo un manual de malos catalanes de ayer y hoy desde una óptica independentista. La solapa del libro los define como “esclavistas, colonizadores, colaboracionistas y genocidas”. ¡Casi ná!

Los autores (Salvador Avià, Jordi Avià y Joan-Marc Passada) incluyen en la lista negra a 11 catalanes contemporáneos que comparten “la fobia a Cataluña y a la democracia”. Los “elegidos” son Félix de Azúa, Albert Boadella, Josep Borrell, Josep Ramon Bosch, Francesc de Carreras, Carme Chacón, Josep Antoni Duran Lleida, Arcadi Espada, Rosa Regàs, Miquel Roca y Alejo Vidal-Quadras.

Este último intento de esparcir el Mal, de propalar ideas que deterioren la convivencia, de señalar al que piensa distinto, de levantar campañas de desprestigio… este ensañamiento troglodita y lerdo, cargado de mala intención y de ignorancia, vuelve a probar que los independentistas son insaciables, que no reparan en medios para hacer la batalla contra “el enemigo”.

¿Estamos dispuestos quienes creemos en la libertad, en la sociedad abierta y en España a defendernos de los bárbaros como siempre hemos hecho, esgrimiendo la ley y la civilización frente a los neandertales del soberanismo?