Actualidad, Madrid

Los sondeos mandan al banquillo al «gobierno en la sombra» de Sánchez

Parece que el secretario General del Partido Socialista, Pedro Sánchez, no aprende de los errores de otros. Ni que decir tiene de los cometidos por el propio. Ni los reconoce ni los enmienda. Duele decirlo de un candidato a la presidencia del Gobierno pero los hechos son indiscutibles.

Ajeno completamente a que el bajón demoscópico de Podemos tras el 20 de diciembre se debió, principalmente, a que Pablo Iglesias ya se veía en Moncloa y se atrevió a configurar un Gobierno, Sánchez emuló al dirigente podemita. No son pocas las ocasiones en que el socialista se ha mimetizado con Iglesias, pero parece que no ha calibrado bien las posibles consecuencias en las urnas el 26 de junio.

Y es que si este mismo domingo Sánchez presentó como si de un equipo de fútbol se trara al que denominó «el gobierno en la sombra«, la alegría ha durado poco en la calle Ferraz.

Lo que los principales diarios nacionales vienen augurando desde hace cinco meses lo han reafirmado. Si en diciembre los socialistas obtuvieron noventa escaños, no hay sondeo electoral que se precie que refleje una mejoría en votos o escaños del partido de la rosa.

Nada más lejos de la realidad. De hecho, la reciente formalización de la coalición entre Podemos e Izquierda Unida no hace sino poner en grave riesgo la segunda plaza del PSOE.

De ganar nadie habla. Ni en Ferraz ni ninguno de sus dirigentes (en privado). La victoria y aumento en escaños del Partido Popular se dan por hechos. Es más, también se da por hecho que Unidos Podemos aventajará en unos cuantos cientos de miles de votos a los socialistas. En escaños, el liderazgo de los de Sánchez también podría caer, aunque en este caso depende mucho del sistema electoral.

Con todo ello, las diecisiete personas (más el ausente Borell) que Sánchez alineó en L’Hospitalet tienen muy difícil jugar sus responsabilidades políticas en los distintos ministerios.

La primera razón de ello es que si el Partido Popular vence y el PSOE se mantiene o baja, las presiones internas y externas fulminarían la etapa de Sánchez al frente del partido.

Todo ello se consumaría en el caso de que el Partido Socialista perdiese la segunda posición en favor de Unidos Podemos (en escaños, votos o ambos). En este caso, se le acabarían las excusas, en ningún caso sería (a priori) designado por el Rey para encabezar la formación de un gobierno y no le quedaría más remedio que apoyar activa o pasivamente la candidatura de Mariano Rajoy.

Por tanto, parece que los jugadores de Sánchez ‘chuparán’ banquillo.

17 mayo, 2016

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