Para muchos ciudadanos venezolanos el mero hecho de vivir dentro de su país sigue siendo una auténtica pesadilla. Se hace difícil pensar en una situación más complicada y preocupante que la que está pasando la mayoría de la gente en Venezuela.

Escasez de alimentos y de materias primas de primera necesidad, con una inflación de las más altas del mundo, con una tasa estimada de 82 asesinatos por cada 100.000 habitantes, lo cual hace que ostente el triste segundo puesto de la clasificación mundial de homicidios (datos de 2014) solo por detrás de Honduras, según el informe realizado por el Observatorio Venezolano de la Violencia.

Únicamente con este breve listado de datos escalofriantes sería razón más que suficiente para mover a la comunidad internacional y a sus organismos más representativos a tomarse en serio y de una vez por todas el grave problema del polvorín sin fin por el que sigue desangrándose este gran país latinoamericano que es Venezuela.

Siendo muy grave todo lo que está sucediendo allí aún es más límite la situación para las personas que decidieron dar un paso adelante, estando en la oposición del régimen que Maduro quiere y pretende imponerles. Para muchos de estos opositores su destino más cierto pasa por el encarcelamiento, por la persecución o, en fin, por su aniquilación.

Unos pocos perseguidos han logrado alzar su voz, allende sus fronteras, gritando con voz serena y paso firme, la palabra más necesaria y cara de poder mantener en su país de origen: LIBERTAD

La libertad, cuando se disfruta, pocas veces se valora, pero cuando se pierde porque alguien la arrebata, no hay realidad más preciada por valorar. Ahora, algunos de estos perseguidos por el régimen impuesto por Nicolás Maduro en Venezuela, han podido encontrar una luz con la que poder seguir alumbrando su libertad, luchando también por otros compatriotas que siguen sin poder disfrutar de ella. Esa luz tiene un nombre: Nacionalidad española.

El gobierno en funciones de España ha concedido la nacionalidad española por carta de naturaleza a familiares del preso político venezolano, Leopoldo López. Esta modalidad de otorgar la nacionalidad española a ciudadanos extranjeros está prevista y regulada en el artículo 21 de nuestro Código Civil: «La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales.»

Ha hecho muy bien el ejecutivo español en conceder la nacionalidad española para estos venezolanos, pues no hay causa mayor que pueda justificarse por unas circunstancias excepcionales que el hecho de ser perseguido en cualquier país por defender los Derechos Humanos, entre ellos, la Libertad.

@Lacaciabogado

Abogado – Consultor