Es, sin duda, el fiscal más mediático de España. De hecho, puede que sea el único encargado de la acusación pública afamado en todo el país. Pedro Horrach es el fiscal de múltiples casos en Baleares, la mayoría de ellos concernientes a casos de corrupción en las Islas.

Pero por lo que más se le conoce a Horrach es por ser el fiscal del caso Nóos, cuyo principal protagonista es la Infanta Cristina, a quien no acusa por dos delitos fiscales (en contra del juez instructor) pese a las innumerables presiones externas, principalmente desde los Medios de comunicación.

En este caso, Pedro Horrach es noticia por la conferencia ue impartió ayer en el Ateneo Mercantil de Valencia, la principal institución cultural de la capital del Turia.

En ella, el mediático fiscal no dio puntada sin hilo, como viene siendo habitual en él. Por ejemplo, Horrach aseguró que los «derechos de la acusación» están cada vez «más limitados por el poder legislativo, que pone obstáculos a la investigación«.

Además, Horrach afirmó que el fin de los trabajadores institucionales (en referencia al ámbito judicial) es «econtrar la verdad y tomarla como timonel«: «Tenemos que tener la lealtad a la verdad como bandera. El manual del gestor público tiene que tenerlo así».

En otro orden de cosas, el fiscal de caso Nóos de preguntó si los «castigos ejemplares funcionan, a lo que él mismo respondió que son «insuficientes«: «no hay castigo más ejemplarizante que la verdad y trasladarla desnuda y cruelmente a la sociedad«, añadió Horrach.

Amén de ello, el fiscal apuntó la «visión en conjunto» de las instituciones como clave para llegar al «éxito en perseguir las conductas corruptas«. Asimismo, Horrach destacó dos «máximas» que han de aplicar los jueces y fiscales para tal éxito.

La primera es que la dirección de la Policía Judicial esté bajo la dirección de los órganos jurisdiccionales, algo que según el fiscal esta «olvidado«. El segundo elemento es «utilizar todos los recursos disponibles en la fase judicial«. Aquí, Horrach hizo hincapíe en la colaboración con la Agencia Tributaria.

Todo lo anterior, el fiscal del caso Nóos lo define en la siguiente frase: «Pasos cortos, visión larga y mala hostia«.