El conocido ‘caso Kokorev’, que mantiene en prisión en las Islas Canarias a una familia española de origen ruso (Vladimir, Julia y su hijo Igor), daba un giro radical el 17 de noviembre de 2015. La magistrada Ana Isabel de Vega, titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Las Palmas, citaba a declarar como denunciante, testigo y perjudicado a Ismael Gerli Champsaur, declaración que se efectuó el 1 de diciembre y cuyo contenido se mantiene hoy bajo secreto.

Pero, ¿cuáles eran las relaciones entre Vladimir Kokorev y este testigo, socio director de la firma panameña Gerli & Co, que entra en escena y que desencadena las detenciones y posterior encarcelamiento (preventivo y sin fianza) de estos ciudadanos españoles?

Su fecha de inicio es el año 2000, la recomendación -según el entorno de la familia- es directamente del Cónsul de Panamá en España, Leonardo Carrasco, y tienen su origen en la necesidad de Kokorev de un despacho especializado en Derecho Marítimo para llevar a cabo los trámites administrativos relacionados con el abanderamiento de los barcos, su área de negocio.

Durante varios años, el despacho de Gerli, en efecto, prestó servicios de abanderamiento y otros permisos de las embarcaciones, y actuó de agente residente y administrador de las sociedades de Vladimir Kokorev.

A partir de 2007 también gestionó la adquisición de varios bienes inmuebles. En este sentido, ese año, Vladimir Kokorev adquiere por $ 420,000 el apartamento Nº 6205 en Trump Ocean Club (TOC) en Panamá. El inmueble se inscribirá a nombre de la sociedad Rio Lora Holdings Corp, SA, cuyo accionista único era Igor Kokorev, tal como consta en el certificado de acciones de Río Lora, de 4 de febrero de 2013.

La desconfianza de Vladimir Kokorev hacia Ismael Gerli, con el paso de los años, se plasmaría de forma rotunda el 29 de junio de 2015, cuando se protocoliza el acta de la Junta de Rio Lora y se reforman diversos pactos sociales. Es especialmente determinante la decisión de cambiar de directores y de agente residente (pasando de Gerli&Co al despacho Jurado Attorneys), ejecutada y autorizada por el accionista único, Igor Kokorev.

Gerli no se queda de brazos cruzados. A las pocas semanas, el 3 de agosto presenta al Registro Público de Panamá un acta ficticia de Junta Extraordinaria de Rio Lora, supuestamente celebrada el 27 de julio. En el documento se declara que está presente el 100% del accionariado –a pesar de que Igor Kokorev ni siquiera se encuentra en Panamá ese día-, y se vuelve a nombrar como directores a sí mismo y a los miembros de su despacho.

Las actuaciones presuntamente delictivas de Gerli, encaminadas a hacerse con la sociedad Río Lora, no acaban ahí. El 7 de septiembre celebra otra Junta Extraordinaria, que él mismo preside, en la que manifiesta que se encuentra presente el 100% del accionariado, dándose la circunstancia de que en esa fecha Igor Kokorev ya ha sido detenido.

A través de ese mecanismo ficticio y presuntamente fraudulento, Gerli se nombra a sí mismo, de nuevo, como agente residente de la sociedad. Es más. Detrás del documento notarial, presuntamente en clara connivencia con Gerli, está la licenciada Norma Marlenis Velasco Cedeño, muy cuestionada en Panamá por dar fe de otras actas notariales falsas.

La carrera sigue. A las pocas horas, el 10 de septiembre, Gerli celebra una nueva Junta Extraordinaria de Rio Lora, que preside, volviendo a manifestar que se encuentra presente el 100% del accionariado. Es en ese momento cuando anulará todos los cambios acordados en la Junta de 29 de Junio de 2015, la única real que tuvo lugar y en la que se le había destituido como agente y director. Del mismo modo, se otorgará a sí mismo unos poderes ilimitados para disponer de los bienes de los que es propietaria Rio Lora.

Por último, el 14 de septiembre presentará la enésima acta ficticia de Junta Extraordinaria de la sociedad, supuestamente celebrada el anterior 11 de septiembre, de nuevo con la supuesta presencia del 100% del accionariado. Igor Kokorev seguía detenido pero la Junta nombrará nuevos directores, todos ellos sociedades ubicadas en Belize.

Dadas las circunstancias relatadas, la defensa de la familia española ha solicitado la nulidad de las actuaciones provocada por la participación de Ismael Gerli en las diligencias. El letrado panameño habría vulnerado el secreto profesional, y lesionado el derecho fundamental a la defensa y a la tutela judicial efectiva de Vladimir, Julia y su hijo Igor.