Noche electoral, esta vez el azul es el color. En Génova 13 los periodistas se atrincheran. Las encuestas siguen especulando quien será el próximo presidente del gobierno. Televisiones y radios comentando el posible veredicto. En la sede Popular todo está en movimiento. 20:48, aún no ha comparecido nadie del partido. Entre pantallas Garzón (Unidos Podemos) y Villegas (Ciudadanos) ya comentan sus primeras impresiones y llaman la último voto. Twitter se incendia. Se libra la última batalla.

21:12. La noche electoral sigue sorprendiendo pero  ¿dónde están los representantes del Partido Popular?. Llamadas, intervenciones en directo por parte de la prensa, preguntas a compañeros pero aún no ha comparecido nadie.  A estas horas las encuestas sitúan al Partido Popular en primer puesto, siendo el segundo Unidos Podemos, dejando en tercer lugar al Partido Socialista y , según datos, en último lugar el partido de Rivera que parece haber caído de forma notable. Los periodistas comentan y especulan, esperan impetuosamente la presencia de algún popular por la sala, pero de momento parece no ser posible.

«Exigimos el derecho a gobernar»

La luz de las siglas populares se enciende. Los resultados parecen jugar a su favor. En el balcón los de mantenimiento ultiman preparativos, la música suena y a las 23:00 parecen tener más compañía. El optimismo inunda la sede, se ven algunas sonrisas , votantes pidiendo banderas para lucir partido y los encargados terminando preparativos. Los resultados superan sus expectativas o eso parece. El balcón es observado, aplaudido, venerado, aún sin el presidente, sus votantes le esperan. La noche mejora para los populares, aunque el silencio de los líderes desconcierte a la prensa. En la calle la gente grita, quieren ver a su presidente.

Luces y sombras. El entusiasmo inunda Génova , pero hay sitio para todos. Dos pancartas sujetadas por detractores del partido que fervientemente airean sus quejas. “PP mafia” dice uno de los primeros carteles acompañado de “ninguna persona es ilegal” al grito de “no más sangre”. Las fronteras tienen su protagonismo. Pero las críticas no quedan ahí. “50.000 sin techo hoy no han votado” , una segunda pancarta rompe la hegemonía de las banderas azules y rojigualdas.

«Ha sido el discurso más difícil de mi vida»

Casi medianoche, los ascensores marcan el número siete, planta donde se encuentra Mariano Rajoy, los periodistas acechan, el numero parece no cambiar. Unos minutos y se abren unas puertas, preguntas al aire, arropado por su equipo el presidente en funciones sale del ascensor. Algún saludo y directo al balcón, su público le espera. Al grito de “viva España” y “yo soy español” el electorado ha recibido a su líder. El representante popular con su mujer Elvira Fernandez a la derecha y con Maria Dolores de Cospedal a la izquierda ha dado dos saltos y de nuevo, aplausos. Invadido por la emoción del momento un Mariano Rajoy sonriente repetía que “está al servicio de los españoles”. Un beso con su mujer ha sellado la victoria. “hemos ganado las elecciones”.

«Estamos al servicio de los que nos han votado y los que no»

Tras salir del balcón la cúpula popular accede sonriente a la sala más próxima , las cámaras no se apagan pero por si no son suficientes Cristina Cifuentes con móvil en mano enciende la suya y se hace un video con Mariano Rajoy comentando la victoria.

Una jornada de tensión, de golpes que parecían improbables a algunos partidos, de sonrisas para otros. Caras de decepción en el equipo de iglesias. Para los populares una noche de victoria. En el Partido Socialista buscaban amparo en que mantienen su puesto como segunda fuerza política. Para Ciudadanos, una noche de caída en los números. Esta ha sido la batalla y la ha cerrado el Partido Popular al grito de “si se puede” con 137 escaños. Toca hablar de pactos.