Pasados unos días de las elecciones, habiendo podido reflexionar, conocer datos, y ver estadísticas, solo podemos afirmar que España el 26 de junio ha pedido el cambio.

Pero no el cambio que muchos querían, no el cambio al chavismo, no el cambio al pasado, no el cambio hacia el comunismo blanqueado por el marketing, no. Han pedido el cambio que ofrece el Partido Popular.

España, el pasado domingo ha elegido entre dos modelos, dos formas de gobernar; y es que parece que los ciudadanos españoles le han tomado la medida a las políticas de Podemos en todos esos ayuntamientos del cambio. España ha elegido por un modelo claro, sensato, un modelo que deja de lado el postureo de poner una pancarta que pone “REFUGEES WELCOME” por un modelo que elige crear una oficina de atención al refugiado.

Han elegido por un Gobierno que no se hace fotos con un refugiado, sino que le ofrece una expectativa de futuro. Eso es el Partido Popular, un partido apático, que no hace reír a la gente, que no canta con una guitarra, pero que soluciona los problemas de la gente y se preocupa del futuro de todos los ciudadanos. España ha elegido por un líder sólido que no se ha preocupado por los sillones, sino por los españoles.

En definitiva han dejado atrás las políticas de Pablemos, las políticas que practican en Barcelona, Madrid, Valencia o Cádiz, dejando claro que este país es moderado, respetuoso, serio y que la izquierda y más aún la izquierda radical, no tiene sitio para gobernar España, no al menos con ese radicalismo antiespañol que promulgan y extienden. Fomentar el odio y la crispación, no es un camino hacia la Moncloa.

En España después del cambio del domingo, ya no puede existir esa superioridad moral y ética de dar lecciones de la izquierda, cuando la mayoría de los españoles han votado a Mariano Rajoy. Ahora es el momento de devolver el favor a los españoles que con tanto esfuerzo y ejemplaridad arrimaron el hombro para salir entre todos de una crisis que estamos comenzando a dejar atrás. Ahora que el país está en condiciones de salir adelante, es el momento de emprender las grandes reformas que quedan y hagan de España un país líder en esta nueva Europa. Con Rajoy sí que se puede.