El Señor Albert Rivera sigue –al menos a estas horas- con su política de vetos hacia Mariano Rajoy. Creo que no tiene legitimidad para ello. Los ciudadanos han dado 14 escaños más a Rajoy y 8 menos a Rivera. Seguir dando lecciones en esa posición me parece tener una actitud completamente de espaldas a lo que han dicho los ciudadanos.

En mi opinión precisamente la actitud de Rivera es lo que le ha hecho perder esos 8 escaños con respecto a diciembre. Hay voto descontento con el PP que en diciembre fue a parar a Ciudadanos dejándose llevar por esos cantos de sirena que decían que Ciudadanos era un partido liberal o de centro-derecha.

El problema es que Ciudadanos firmó en su momento un acuerdo de gobierno con el PSOE y el mismo no es ni muchísimo menos de características liberales, es todo lo contrario. Un programa clarísimamente socialdemócrata. Aunque ya juzgamos aquel pacto en este mismo medio no está de más recordar que se firmó entre otras cosas: un impuesto a las grandes fortunas, ya probado por ejemplo en Francia con resultados catastróficos.  Una marcha atrás muy importante en la Reforma Laboral en la que se desandaba en la prevalencia de los convenios generales, cosa que funde a las pymes y los autónomos. El acuerdo con el PSOE también hablaba de un diálogo con Europa para una relajación del déficit, cosa que no cuadraba con el aumento del gasto que significaban propuestas como el mínimo vital o el complemento salarial. Y además se hablaba de cerrar nucleares, cosa que es para nota cuando estamos metidos en un proyecto como es el Proyecto ITER con EEUU, Japón y toda la Unión Europea para desarrollar la energía nuclear defensiva.

Además el programa de Ciudadanos se podía cuantificar: la propuesta del complemento salarial mínimo suponía 10.000 millones de euros, la propuesta de 1.200 euros por cada parado en España que proponían supone 5.000 millones de euros. Vamos ya por 15.000. La famosa red de centros de investigación que, por cierto, tenemos unos cuantos que probablemente no haya que crearlos ex novo, habría que mejorar lo que tenemos y no hacer una copia de un modelo alemán que no sabemos exactamente si funciona para las condiciones de la economía española. Esto cuesta otros 1.000 millones de euros. Llevamos ya 16.000 millones de euros. Y si se aplica la reducción que querían hacer del 7% en las cuotas sociales a los autónomos son 2.000 millones adicionales. Es decir, la fiesta de la España del futuro y la nueva política se traduce hasta el momento, ya que supongo que con el tiempo habrá más, en un aumento de 18.000 millones de gasto público adicional. En un país que tiene un déficit fiscal muy elevado y un endeudamiento muy serio, esto es un ejercicio muy poco razonable de responsabilidad fiscal.

Por tanto parte del electorado de Ciudadanos –que no siendo un partido de centro-derecha liberal sí tiene votantes de esas ideas- vio el pacto que Rivera firmó con Sánchez y por tanto su voto volvió al PP. Es así, por mucho que Rivera haya echado la culpa de su fracaso a la ley electoral. Esa misma ley electoral que no se nombró en diciembre con 40 escaños.

El Señor Rivera debería ponerse en la situación de lo que supondrían para él y su partido unas terceras elecciones: más que probablemente la casi desaparición –si no total- de Ciudadanos. Los personalismos acaban como acaban, sólo se tiene que fijar en UPyD.

Y por cierto, cuando Rivera dice que lo más importante para él a la hora de apoyar a un gobierno es precisamente el cambio de la ley electoral no dice la verdad. Lo más importante será ahora, cuando claramente no quiere a Rajoy de Presidente. En el acuerdo firmado con el PSOE que se ha comentado aquí no había ni rastro de cambiar la ley electoral.  Por tanto lo que queda claro es que Rivera quiere de Presidente a Sánchez y no a Rajoy. Y no me vale la excusa de la corrupción cuando en Andalucía se ha apoyado al partido de los ERES.

 @lodares

Economista