Madrid, Opinión

Ridículo de un ex compañero

En mis continuas manifestaciones públicas escritas y radiadas no he querido, desde que se anunció su participación en las elecciones del pasado 20 de diciembre como numero 2 de la candidatura de Podemos por Zaragoza, referirme a mi ex_compañero el ya, por voluntad propia, ex Teniente General del Ejército del Aire Julio Rodriguez, también ex, nada menos, que Jefe de Estado Mayor de la Defensa.

Quise con mi silencio respetar su libertad, una vez solicitado y obtenido su retiro total de las Fuerzas Armadas, para hacer lo que le viniese en gana, ya que de nada servía hablar de su forma de pensar y sentir absolutamente roja desde su juventud de Cadete y Alférez Alumno en la Academia de San Javier, en la que siempre fue señalado como «Julito el rojo», por tratarse de un perfil sobradamente conocido.

Incluso le defendí en más de una ocasión comentando que su pensamiento y sentimiento rojos no habían influido ni mancillado el ejercicio de su Jefatura de Estado Mayor de la Defensa, primando en su mandato el perfil militar sobre el político que desgraciadamente llevaba escondido y envenenando su corazón. Aparte de que no hubiera sorpresa alguna en su nombramiento como JEMAD por alguien tan colorada o más que él como la ex Ministra de Defensa Carmen Chacón.

Es decir, he respetado y silenciado en lo posible un episodio que daña considerablemente la imagen de las Fuerzas Armadas, marco en el que ha desarrollado toda su vida profesional este individuo que ahora ha decidido ofender a más de media España centrista y conservadora y a la Institución clara y voluntariamente conservadora también que es la constituida por la Armada y los Ejércitos de Tierra y Aire.

Ya no puedo ni quiero callar por más tiempo, porque el individuo Rodriguez, Julio, se ha dedicado ahora a hacer el ridículo, lo que es aún más imperdonable que su sectarismo/ populista/rencoroso/ absurdo. En primer lugar el ridículo le ha acompañado  por el rechazo de los electores que no le han querido como diputado ni como segundo en la lista de Podemos por Zaragoza el 20 de diciembre, ni como primero en las mismas listas por Armería este último 26 de junio. Oscila entre ridículo y triste que todo un ex_Teniente General no haya sido capaz, desde el respeto que habitualmente conlleva semejante rango, de obtener el respaldo de un reducido puñado de lectores en dos esquinas de España.

No contento con eso y en vez de rumiar su fracaso en silencio, se ha permitido insultar a más de la mitad de los españoles no izquierdistas ni podemitas, afirmando que «es peligroso que la mitad de los electores españoles no crean en la ética».

Lo que es peligroso y al tiempo ridículo es que el Ejército del Aire haya aguantado a semejante individuo, sabiendo como era y es, durante toda su vida militar cuando lo que debería haber ocurrido es haberle hecho un Tribunal de Honor, echarle a la calle y mandarle lejos de algo tan honorable como son las Fuerzas Armadas.

3 julio, 2016

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