Los resultados electorales del pasado 26 de junio, el ambiente en la madrileña calle Génova y el contexto político actual distan mucho de aquel ya lejano 20 de diciembre.

Las pasadas navidades y los meses que le siguieron tuvieron como rasgo principal la inestabilidad. Ahora, en cambio, todo parece apuntar que el fantasma de unas terceras elecciones se alejan cada día un poco más, a la par que prácticamente nadie descarta que Mariano Rajoy seguirá siendo el inquilino del Palacio de La Moncloa los próximos años.

Buena muestra de ello es el buen clima de la reunión de ayer con Coalición Canaria, así como la buena predisposición mostrada por el PNV, que hoy visita Moncloa, y la a priori eliminación del veto hacia Rajoy por parte de Ciudadanos. Todo ello se suma a la posición de fuerza del PP tras los 137 escaños obtenidos hace diez días.

Tan es así que ya empiezan a hacerse las quinielas entre ministrables y posibles bajas en un futuro Gobierno. Las fuentes consultadas coinciden en que la vicepresidenta y peso pesado del Ejecutivo seguiría siendo Soraya Sáenz De Santamaría. El día a día, su fortaleza parlamentaria y su papel en la crisis del ébola lo hacen seguro.

El caso de Luis De Guindos es curioso. En teoría iba a estar con la cartera de Economía únicamente la primera legislatura, aunque las mismas fuentes indican que podría «promocionar» y hacerse cargo, además, de la de Hacienda, ya que las urgencias económicas no son tales ni tantas como en 2011. Actuaría a modo de ‘súper ministro’.

Ello derivaría en la salida de Cristóbal Montoro, alguien con una imagen mediática deteriorada por haber tenido que acometer los ajustes presupuestarios. A quien también se da por segura es a Ana Pastor, persona de la máxima confianza del presidente.

Una incorporación muy factible sería la de María Dolores de Cospedal, que entraría con una cartera «de peso» y que ha obtenido un papel capital en las negociaciones gubernamentales. En cambio, el ministro García-Margallo está dispuesto a seguir, aunque no las tiene todas consigo.

Otras dos salidas prácticamente seguras son las de Pedro Morenés y Alfonso Alonso, que optaría a Lehendakari en octubre. Su Ministerio sería ocupado por José Ignacio Echániz, quien ya fue consejero de Sanidad en el Gobierno de Cospedal en Castilla-La Mancha. El papel de otros ministros como García Tejerina, Méndez De Vigo o Rafael Catalá no está aún decidido.

Aunque hay que decir a modo de conclusión, que estas quinielas se podrían ver alteradas por una posible entrada de Ciudadanos en el Gobierno.