Toda persona tendrá una preferencia mayor por bienes presentes que por bienes futuros. Es una regla universal de la economía y de la naturaleza humana. Un bien actual está disponible para el usuario en este preciso momento, mientras que un bien futuro lo estará tras un período de tiempo. Pero, ¿quién nos garantiza que dicho bien estará efectivamente a nuestra disposición cuando llegue el momento? ¿Acaso no cabe la posibilidad de que sufra daños o pérdidas, de que sea robado, de que una guerra lo destruya, de que entremos en una nueva recesión,etc.? No podemos predecir el futuro, por lo que ante un futuro siempre incierto preferimos la realidad actual, la cual sí conocemos plenamente.

Por ello, una misma cantidad de dinero no tiene realmente el mismo valor al momento actual o en un momento futuro. Cuanto más alejado en el tiempo se encuentre menor será su valor. Ante la posibilidad de realizar un pago hoy, o realizarlo mañana, la mayoría de las personas, aplicando este razonamiento, preferirían realizarlo mañana y disfrutar hasta ese momento del dinero que deben abonar.

El gobierno en funciones del presidente Mariano Rajoy anunció ayer su intención de aumentar las retenciones del impuesto de sociedades, adelantando por lo tanto el pago del mismo. Aún no constituyendo un aumento del tipo efectivo del impuesto, el adelanto de su pago, aplicando el argumento de la preferencia temporal, constituye una subida real del impuesto, dado que la cantidad de dinero que una empresa debe abonar al Estado en concepto del impuesto de sociedades tendrá un valor real mayor a tres meses que a un año, limitando además la capacidad de la compañía de utilizar dicho dinero para autofinanciarse hasta entonces. Por lo tanto podemos calificar la modificación del impuesto de sociedades como una subida de dicho impuesto. Y recordemos que el Partido Popular prometió bajarlo. Mentían, otra vez.

@AlcaldeAlbuq5