En realidad, no casi todo pero sí mucho. Lo revela Patrick Kingsley, corresponsal de migración de The Guardian, en una obra muy bien traída y escrita con un olfato periodístico que alterna lo mejor del ensayo político y social con lo más vibrante de la crónica de primera línea de guerra.

El resultado está en las páginas de La nueva odisea: la historia de la crisis europea de los refugiados, editado por Deusto. Un libro rotundo. De preguntas y respuestas. De aseveraciones y de reflexiones. Pieza a pieza. Historia a historia. ¿Qué mete en su mochila Hashem? ¿Qué ocurre cuando una lancha está en apuros? ¿Dónde termina un viaje incierto por el Sáhara? ¿Cuál es la parte desconocida de la misión de los trabajadores humanitarios de Médicos sin Fronteras? ¿Cómo anuncia en facebook sus servicios un traficante de seres humanos? ¿Cuántos kilómetros puede recorrer a pie un hombre con su hijo de siete años en brazos?

Europa ha fallado una vez más. No ha previsto la crisis de refugiados. No ha respondido (no lo está haciendo) de la mejor manera. El club de los mercaderes no ha tenido altura de miras para atajar una desgracia humana y que a todos incumbe. Éste libro es un aldabonazo en la conciencia de esos gobernantes sólo conmovidos ocasionalmente cuando la tragedia salta a las primeras páginas de los periódicos o abre informativos de televisión. Así no. Así no.