Actualidad, Madrid

Vladimir Kokorev, en primera persona, acusa de graves delitos a su ex abogado

Cuando se cumple un año de la detención de los Kokorev, los españoles de origen ruso acusados de ejercer de presuntos testaferros de Teodoro Obiang en España, el padre de familia, Vladimir, hace desde la prisión de Las Palmas “un intento de explicar lo que para mí que estoy en el epicentro de este drama parece inexplicable”.

En una extensa carta manuscrita a la que ha tenido acceso Madrid Code, Kokorev denuncia que el origen de su detención en Panamá y posterior extradición a España fue “una declaración falaz del abogado Ismael Gerli”, prestada ante el fiscal anticorrupción de Las Palmas, Luis del Río Montesdeoca, una acusación en sintonía con las informaciones ya difundidas que tienen su origen en la documentación aportada a la juez Ana Isabel de Vega por los abogados del empresario.

Vladimir Kokorev detalla que tras las querellas criminales contra Ismael Gerli por estafa y otros delitos “intentó entrar en negociación con nosotros, reconoció la falacia de su denuncia, la colaboración del fiscal y pidió disculpas. Al mismo tiempo y casi en paralelo intentó otra vez chantajearnos exigiendo unos 300.000 dólares por cambiar su declaración. Todo esto está en las cartas de Ismael Gerli entregadas a la juez de instrucción por nuestros abogados”.

Junto a las acusaciones vertidas contra su ex letrado, lamenta que el secreto de sumario decretado en abril de 2013 le coloque (como a su mujer Julia y su hijo Igor, también presos preventivos) en una situación de “indefensión” que llega tras haber sufrido un “calvario mediático (…) un linchamiento público, injusto y cruel fue la única razón por la que decidimos abandonar España en 2012 y establecer nuestra residencia en Panamá, un país que yo conozco desde mi época de trabajo diplomático para la ex URSS”.

En efecto, pese a que la jueza De Vega mantiene tanto al empresario, como a su hijo y mujer de 65 años (ninguno con antecedentes penales) en prisión provisional desde hace prácticamente un año, mes a mes se está prorrogando el secreto de sumario sin que la defensa pueda acceder a ningún elemento acusatorio.

Respecto de la atribución de la justicia del papel de hombres de paja del presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang, en su manuscrito Vladimir Kokorev apunta que se trata de “suposiciones e insinuaciones” que carecen de fundamento, como se prueba en los contratos mercantiles y en los trabajos específicos desarrollados durante años en el sector del transporte marítimo, que son los que acreditan su patrimonio.

Diarios 2A lo largo de todo el documento, el empresario manifiesta explícita e implícitamente su voluntad de colaborar en toda su extensión y a la mayor brevedad, sin reservas, para aclarar cuantos aspectos considere el juzgado de instrucción número 5 de Las Palmas. Por último, Kokorev insiste en arrojar luz sobre la vida absolutamente normal que ha desarrollado tanto él como su mujer y su hijo mientras la investigación judicial ha transcurrido bajo secreto: “nuestra salida a Panamá no fue nada parecido a una huída precipitada, como lo califican fiscalía y jueces. Salimos como ciudadanos españoles, cumpliendo todas las formalidades que cumple todo ciudadano respetuoso con la ley al cambiar su domicilio (…) al llegar a Panamá nos registramos en el consulado de España con nuestro domicilio, donde con cierta regularidad recibíamos todo tipo de correspondencia de la Agencia Tributaria o del Censo Electoral de España”.

Diarios 1El ruego desde prisión del empresario llega en un momento en el que, como en el reciente caso de Mario Conde, se ha llevado al debate público la inevitabilidad de la prisión preventiva o la aplicación (especialmente en casos de corrupción o análogos) de medidas cautelares como la entrega de pasaporte o las comparecencias semanales ante el juez.

No es en absoluto usual que la justicia española, como está ocurriendo con el caso Kokorev, combine la prisión provisional (extendida durante casi un año) con el secreto de la causa, impidiendo a los letrados de la familia ejercer las pertinentes acciones de defensa.

22 julio, 2016

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