Madrid, Tecnología

Los ciberdelincuentes pueden robarnos nuestra huella dactilar

Cada vez nos molesta más recordar contraseñas para todo o los números PIN o llevar llaves o tarjetas de identificación (que se pueden olvidar, perder, robar o duplicar). Nos preocupa que cualquier hacker pueda entrar en nuestras cuentas bancarias o en nuestros sistemas cuando usamos internet. Para satisfacer la demanda de seguridad y comodidad, se buscan sistemas menos franqueables y que utilicen nuestras características exclusivas como personas de forma que no sea posible transferir a otros.

Se utiliza el término «autentificación biométrica» como la tecnología que permite verificar (autentificar) la identidad de una persona mediante sus rasgos físicos inalterables (huellas dactilares, iris, retina, patrones faciales, venas de la mano o dedo, geometría de la palma de la mano…) o  de comportamiento (dinámicas como escritura y firma, voz, paso, tecleo, pulsaciones cardiacas…).  Este sistema (similar al que usa el cerebro humano para reconocer y distinguir una persona de otra) nos reconoce por quienes somos sin importar lo que conocemos o lo que llevamos puesto.

Muchos desbloquean sus teléfonos móviles con el escaneo de su huella dactilar (sin ser conscientes que nuestra huella la vamos dejando de manera constante al agarrar con la mano el dispositivo, por lo que cualquier delincuente puede duplicar nuestra huella y desbloquear el teléfono), y también, se usa para otras acciones cotidianas como acceder a una habitación de hotel, abrir una caja fuerte, acceder a la oficina… Muchos aeropuertos utilizan sistemas de reconocimiento del iris de pasajeros que otorga mayor exactitud (el iris ofrece 226 puntos de referencia contra 44 puntos de la huella dactilar)… Más de 4 millones de clientes del Banco Santander en México se identifican con biometría de voz… El uso de la biometría es una realidad.

Pero los ciberdelincuentes ya han puesto en evidencia que los sistemas biométricos no son tan seguros como se piensa. Un reciente estudio de la firma especializada en seguridad informática, Kaspersky, resalta que ya existen al menos 12 vendedores en mercados negros de internet que ofrecen aparatos (skimmers biométricos) capaces de robar las huellas dactilares, e incluso tres de ellos ya podrían obtener ilegalmente los datos de los sistemas de reconocimiento de venas de la mano y del iris. Si un ciberdelincuente nos roba el pasaporte electrónico que contiene nuestros datos biométricos, nos estará robando nuestra identidad. Incluso hay casos de engaños a  sistemas biométricos mediante máscaras creadas a partir de una foto de la víctima tomada de las redes sociales. El problema de la biometría es la imposibilidad de cambiar los rasgos inalterables de una persona, así ante un robo de identidad biométrica, no será posible usar ese método de autenticación de nuevo.

No hay sistema de seguridad infalible al 100%, la tendencia actual es implementar múltiples sistemas combinados: identificación biométrica múltiple con claves virtuales vinculadas al móvil en tiempo real, por ejemplo, que se lo ponga más difícil a los delincuentes.

Experto en BPM y Transformación Digital

@pedrorobledobpm

3 octubre, 2016

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