Madrid, Opinión

Del no a la abstención y viceversa

El desbloqueo político se ha roto con la abstención forzada del Partido Socialista a fin de evitar unas terceras elecciones, cosa que terminaría de hundirles en las turbulentas aguas en las que nadan desde hace tiempo. En esta decisión es evidente que no media la responsabilidad de Estado.

imagen-1Desde el desastroso gobierno de Rodríguez Zapatero,  aplicador del aberrantemente famoso  “cordón sanitario” al Partido Popular, hasta la consumación de su obra en manos del ya dimitido pero no acabado Pedro Sánchez, los intereses partidistas han primado por encima de los intereses de España. Todos y cada uno de ellos son los responsables del maremágnum interno que sufre el partido socialista por acción u omisión.

Ahora acuden al Congreso de los Diputados con una abstención que les enfrenta con el PSC y con una parte de los barones partidarios del “No” unidos en la crítica. ¿Vamos a tener un gobierno estable?, es evidente que no; los socialistas han salvado los muebles, de eso se trataba,  pero no van a propiciar una gobernabilidad estable condicionando todas y cada una de las leyes que proponga el gobierno de Mariano Rajoy, empezando por la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y terminando por la derogación de las ya existentes, tomando por ejemplo la de la reforma laboral.

Con una legislatura que se prevé de lo más convulsa, no sólo por lo que ocurra en las bancadas de Las Cortes, sino por una izquierda radical incendiaria en la calle y los independentistas centrados en su hoja de ruta para romper España, resulta imprescindible la convocatoria de terceras elecciones en un año. Lo que no sabemos es en qué estado llegaremos.

@luz3400

Analista política y escritora

 

26 octubre, 2016

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