Si hay algo por lo que realmente nos sentimos orgullosos del trabajo que desempeñamos en las distintas clínicas con las que Láserpuntura se asocia para producir el abandono del tabaco es por la dificultad del reto. Hay cosas que todos tenemos claras, naturalmente también los pacientes con los que me encuentro semana sí, semana también: el hábito de fumar termina produciendo más de veinte enfermedades de nuestro organismo y es un importante factor de riesgo para el desarrollo de otras.

No es una realidad que se ignore y, sin embargo, son millones los fumadores en España que lo intentan una y otra vez apelando a la fuerza de voluntad, con sus propios medios… ¡y nada! En los casi ocho años que venimos aplicando el láser a personas de toda edad y con trayectorias como fumadores de toda índole hay algo en lo que nos esforzamos igualmente. No sólo en el método científico y de éxito probado en más del 90% de los casos. Está la cuestión psicológica. O sea, en paralelo, la verdadera toma de conciencia de que no hay una sola decisión más saludable que se pueda llevar a la práctica en la vida que la de abandonar definitivamente el cigarrillo.

Ahí están los sondeos. Más del 70% de los adictos manifiestan su deseo de dejarlo. Pero cuesta conseguirlo. El tabaquismo, como señalan los más acreditados doctores, es una enfermedad “adictiva, crónica y recurrente”. La nicotina tiene según los estudios un poder adictivo cinco veces superior al de la cocaína y no genera, por consiguiente, sino dependencia.

Es por eso que, en efecto, a veces la flauta suena. Y se dan casos excepcionales en los que actuales ex fumadores han llegado a esa situación a través de eso que se llama “fuerza de voluntad”. Sin embargo, y en nuestro caso, aplicando puntos de acupuntura en orejas, cara, manos y muñecas logramos enviar al cerebro las señales adecuadas para ayudar al cuerpo a controlar el dolor, a hacer lo propio con la ansiedad y, en fin, a completar con el paciente una trayectoria que es rápida y, contra las creencias generales, nada traumática. Es nuestra razón de ser y, felizmente, nuestros pacientes, nos avalan caso tras caso. ¡Y van miles!

Sagrario García Navajas

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