Opinión

El juego político y las necesidades del Estado

Se dice que tras las elecciones del 20-D la responsabilidad para formar Gobierno recae en los líderes políticos y que nuestro Rey ha de ser un mero observador. Sin embargo no puedo estar más estar más en desacuerdo por el contenido propio de la Constitución Española, en concreto de sus artículos 62 y 99 CE.

Es cierto que el Rey, según el mandato Constitucional, ha de limitarse a «proponer» un candidato al Parlamento cuando este le haya transmitido su capacidad para formar Gobierno, pero ¿Y si ningún líder político cuenta con la mayoría necesaria? ¿Cuánto tiempo transcurrirá hasta unas próximas elecciones? ¿Se podría proponer un candidato independiente para la investidura?

El problema es que estamos ante una laguna legal que habría que suplir según las circunstancias y el contexto político y social. Esto es, nuestros líderes políticos están todos jugando sus cartas pues saben que no hay un tiempo máximo para que el Rey proponga un candidato a la investidura y por lo tanto, hasta que no llegue el primer debate de investidura no comienza a contar el plazo de dos meses para la convocatoria de unas nuevas elecciones. Sin embargo, el Rey no debe caer en este juego político y debería asumir su responsabilidad de Estado: si ningún líder político desea acudir a la investidura debería proponer un candidato o que bien sea independiente o que bien si desee intentar formar Gobierno ¿O es que ahora nadie desea ser Presidente de España?

El Rey debe forzar esta investidura por varios motivos: en primer lugar, para forzar el debate parlamentario y que seamos los ciudadanos los que decidamos que políticos se preocupan más por sus intereses políticos que por España; y en segundo lugar, para que comience a contar el plazo de dos meses para convocar nuevas elecciones si nuestros diputados no consiguen llegar a un acuerdo de Gobierno.

La situación política actual demanda estar por encima de las circunstancias y que se tomen medidas con visión de Estado, ya que de no ser así podríamos estar en un limbo jurídico, sin Presidente de Gobierno ni elecciones fijadas en el tiempo hasta que a nuestros señores diputados se dignen a debatir ¿Y mientras tanto? Nosotros padeciendo sus caprichos.

A menos que se haga un compromiso, sólo hay promesas y esperanzas; pero no hay planes.” Peter F. Drucker.

@OspinaOpinablog

Abogado – Politólogo

26 enero, 2016

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