Ha sido el gran caballo de batalla de Podemos. De la política a la empresa, de la empresa a la política, y tiro porque me toca. Sin pudor, sin demasiados miramientos a las incompatibilidades posibles, tampoco demasiado a los eventuales conflictos de intereses, o a aspectos básicos en democracia que tienen que ver con el manejo de información privilegiada para tomar decisiones.

El club de las puertas giratorias (La Esfera de los Libros) es un buen compendio de esas idas y venidas de personajes que gozan de todos los privilegios de los políticos y se introducen acto seguido en pingües negocios privados. Luis Miguel Montero, un periodista todoterreno, señala con el dedo a quienes han cruzado puentes de oro que en numerosas ocasiones son motivo de escándalo y corrupción.

El libro está sembrado: el chollo de ser ex presidente, el saqueo de Bankia, el asalto a la CAM, los 11.500 millones de euros que costó Narcís Serra al Estado, el marido de Soraya Sáenz de Santamaría, la mujer de Madina, algún amigo de Zapatero, los 9.000 euros mensuales a Federico Trillo, el dinero del ladrillo para los partidos, la polémica que ha envuelto en los últimos años a Arias Cañete y su familia, etc.

Mención aparte merece el “simpático” capítulo en el que se pone la lupa sobre los comunistas que también giran las puertas, como el caso de Juan Carlos Monedero con la satrapía venezolana o de sindicalistas que han terminado verdaderamente forrados. Un trabajo, en fin, en el que vale la pena adentrarse… aunque sea para terminar bañado en un mar de lágrimas y en el puro y directo encabronamiento.