Más de seis meses de “singobierno” por culpa del egocentrismo de algunos de nuestros líderes políticos. ¿Han hecho bien o mal? Creo que el juicio de valor es irrefutable, con un saldo de 5 millones de parados, una galopante crisis institucional, en educación y en sanidad, no parece que unas segundas elecciones haya servido de algo para la ciudadanía. Unos comicios para ver quién es más «fuerte» en lo que denota, no sólo las ansias de poder de algunos líderes, sino su ignorancia: para cambiar España no hace falta gobernar.

 Nos venden cambio, nos venden progreso, nos venden reformas, pero lo único que venden realmente es cuidar su silla y poder tener más poder, o acaso han olvidado que España es una monarquía parlamentaria. ¿Acaso no saben que desde una «mayoría» en el Congreso se puede censurar, pactar, y cambiar una a una las leyes que no funcionan? Claro, eso no interesa. Lo que interesa es salir en la foto y estar en el «Gobierno». Y justo esa es la pena de España: una clase política más preocupada por su poder que en proveer mejoras a la ciudadanía. Una clase política que ha olvidado la importancia de las Cortes y del Parlamento para sólo querer gobernar. El futuro de una gran nación recae en un gran poder legislativo, sin embargo eso a nuestros líderes no les interesa.

España vive un momento único de oportunidad política para pactar una a una las reformas que necesitamos. La cuestión no es si la oposición da su apoyo o no para que el partido más votado forme Gobierno, sino que desde el poder legítimo, otorgado por la ciudadanía, utilicen el Congreso para exigir al gobierno en minoría que ejecute los cambios que necesita España.

“Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.”

Theodore Roosevelt

@Juango_Ospina

Abogado – Politólogo

Presidente de la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid