La Comisión Europea ha activado el proceso para multar a España por exceso de déficit. Moscovici (fino artista del socialismo francés) ha dicho que hay que aplicar la norma con inteligencia. Intentando interpretar a Moscovici yo creo que cuando habla de inteligencia habla de una solución que valga a todas las partes. Una solución que valga a todas las partes será una solución que no valga a nadie.

En estos momentos habría que decir aquello que antiguamente se escuchaba en los anuncios: “siempre hay un argumento para usar Nivea”. Pues efectivamente, siempre hay un argumento para evitar que a un Estado miembro que ha sido santo y seña de la política de consolidación fiscal  se le aplique una multa. Y cuando Moscovici habla de “medidas inteligentes” hay una que es la multa cero.

La multa cero sería un forma desde el punto de vista simbólico de reñir al infractor, en este caso España/Portugal y no multarle. Porque esa multa que puede llegar al 0,2% del PIB por tanto puede ser 2000 millones, lo único que hace es añadir más leña al fuego del problema del ajuste de la consolidación fiscal. De todas maneras yo creo que para España sería mala incluso una multa cero.

Yo creo que España debe ser exonerada. España ha trabajado la consolidación fiscal. Lo que ocurre es que en el año 2015 (que fue un año bastante atípico con distintos procesos electorales en nuestro país) no se ha embridado al potro desbocado del gasto público como hubiera hecho un gobierno estable y firme a lo largo de una legislatura en la que tuviera el control efectivo de la gobernabilidad del país.

Pero en los años previos España ha conseguido un ajuste del 9,6% del PIB y entre medias nos hemos tenido que comer unas ayudas a la banca que han computado como déficit.

Actualmente está el primer Ministro italiano intentando escaquearse por la cara para no tener que pasar por la horca de Europa y que le permitan meterle 40.000 millones de euros a sus bancos. Entonces, ¿es España la que siempre en este patio de monipodio tiene que poner la cara para que le ajusten bien la mejilla?

En estos momentos hay un motivo muy fuerte para que España no sea sancionada. No lo fue Francia y no lo fue Alemania en su momento. Y después de lo que ha ocurrido con el Brexit no le demos argumentos a los eurofóbicos.

La presión de Alemania y de Schäuble es fuerte, pero hay que hacer frente a esa presión y hay que demostrar a Alemania que no solamente por el déficit público de España se puede caer Europa, que España ha contribuido a la estabilidad del proyecto económico europeo. España ha hecho reformas que no han hecho otros países. España ha conseguido, probablemente apoyándose en el gasto público, mantener unos niveles de crecimiento económico que han contribuido a tirar de Europa. El crecimiento de España es el doble que la media europea.

Es verdad que hay momentos en que los déficits públicos no son castigados sobre argumentos sobrevenidos o sobre situaciones de recesión. Pero España tiene un problema endémico: el paro. Por tanto yo creo que es un argumento de mucho peso que a un país que está creciendo con una tasa de paro del 20% hay que dejarle que camine con las dos piernas. No hay que ponerle zancadillas durante el proceso porque durante un año ha pegado un resbalón cuando los otros tres años ha manejado la bicicleta a velocidad de crucero y los demás han ido a la pata coja.

En la edad media existía un personaje que cuando El Príncipe hacía algo malo (El Príncipe no podía ser castigado) lo llamaban y le daban unos azotes. Era lo que se llamaba el niño de azotes. A mí me molesta que España se convierta en el niño de azotes de la Comisión Europea. Es verdad que tienen el temor a que luego venga Italia, pero lo que está haciendo Italia es de traca.

Nosotros hemos arreglado el problema bancario sufriendo una reestructuración de caballo que va en detrimento del contribuyente y del ciudadano, porque cada vez va a haber menos bancos, habrá menos oferta, más comisiones y menos retribución por los depósitos .

Italia está echando un pulso a Europa. Renzi está diciéndole a Europa que va a darle 40.000 millones a sus bancos porque tienen el 17% del activo, del crédito, en los famosos activos tóxicos (APR) ¡Es que es muy fuerte!

Además están hablando de las mismas proporciones que pasamos nosotros. 40.000 millones. Tienen preparados 120.000 o 150.000 millones de colchón por si hay que rescatar ¡las mismas cifras! Y nosotros pasamos por el famoso memorándum que todavía estamos padeciendo.  Todavía siguen viniendo aquí inspectores y aún vamos a tener incumplimientos serios porque vamos a ver si las empresas o los bancos que están bajo el control del Estado (pongamos por caso Bankia) pueden cubrir el objetivo de devolver las ayudas (20.000 millones) en el tiempo. ¿Y cuándo no lo devuelvan que hacemos? ¿Le decimos a los contribuyentes españoles que les dejamos a deber 10.000, 15.000 ó 18.000 millones de euros?

Italia lo quiere arreglar todo dándole una inyección de ayudas públicas que están prohibidas por la Comisión Europea y no solo en el sector bancario, en todos los sectores. Porque eso ataca la libre competencia. Y nadie dice nada. Nadie habla ni siquiera de rescatar al sistema  financiero italiano ¡Han tenido que sacar de cotización cinco bancos!

La conclusión es que nadie se pone ojiplático porque el efecto contagio llega hasta el Deutsche Bank que veremos cuando explote el asunto.

Habíamos quedado en la unión bancaria en que a partir de ahora el que la hace la paga. Y que si caía un banco, caían sus accionistas, sus clientes, sus depositantes… Y eso se ve que solo se cumple si le pasa a España, a Chipre o a Portugal. Hay que jugar fuerte en la diplomacia y creo que Luis de Guindos sabe hacerlo bien. En el peor de los casos nos traerá un discurso proclive a entender que es el gobierno español el que maneja la suerte que pueda deparar la problemática del déficit. Aunque la Comisión Europea haya activado el proceso -como ha sido el caso- para multarnos,  cosa que insisto en que es mala para Europa.

@lodares

 Economista