Con jugadores top dentro de la selección el talento está dentro del campo y la pelota tiene sentido en el juego. Con equipos en un repliegue a zona y muy metidos dentro de sus áreas, quizá tengamos que mirar otras características que den más evolución a desenvolverse en zonas tan difíciles, donde la agilidad y velocidad de pensamiento vaya acompañado más de un jugador astuto que de fuerza y pelea.

Recordemos que el futbol es un juego de cabeza que se utilizan los pies. Jugadores como Iniesta y Silva no pueden estar permanentemente haciendo un robo tras perdida de balones perdidos del 9. Hablo de continuos balones errados más precedentes de emplear bien la técnica, no como rigor táctico del equipo cuya función hemos vuelto a recuperar. Iniesta y silva son más efectivos en juego de transición y de apoyo, de tener el balón y de generar espacios para el equipo.

Contra Italia y Albania el juego de posesión fue espectacular donde las paredes, apoyos, desmarques, temporizaciones tenían una alternancia de pases cortos con largos, los jugadores tenían una repartición equitativa dentro del terreno de juego con una movilidad de espacios muy inteligente y rápida, dando sentido a la amplitud y la profundidad con distancias de recorrido no muy largas. Así se sorprendió al rival con cambios de ritmo.

Sabemos que con defensas férreas y buenas como Italia es difícil penetrar las zonas de finalización con cambios de ritmo. Es una tarea pendiente para el seleccionador, como es el disparo a media distancia, pero un buen interpretador de esas acciones saca magia de esos momentos.

Hay dos jugadores de respeto y de grandes batallas como son Piqué y Ramos. Ojalá nos enseñen mucho tiempo más el camino de una muy buena selección, sus tardes son más de grandes éxitos que de otros temas que no voy a molestarme ni en opinar. El fútbol está por encima de la gente que no tiene respeto ni por las personas ni por este deporte.

Un notable, en definitiva, para esta España de Lopetegui. Sabemos que no es un camino fácil y hay equipos que nos pondrán las cosas muy difíciles, pero tenemos esa línea ascendente que nos llevará a buen puerto.