El día 29 de Octubre de 2016 y después de 310 días sin gobierno, Mariano Rajoy salió elegido presidente y en la cámara de representación ciudadana ya hemos visto cómo será la legislatura, crispada y de confrontación absoluta.

Desde hace unos días los representantes patrios y democráticos de Podemos, junto a los extremistas como Joan Tardá y Rufián, han estado dando un aviso de por dónde van a hacer pasar la legislatura: crispación, confrontación, mensajes radicales que dividan a la sociedad, etc. Es su hoja de ruta para esta legislatura. En la propia sesión de investidura, ya pudimos ver el altercado “matón” contra el señor Villegas de Ciudadanos cuando la bancada del Partido Popular y la del Partido Socialista se unían para aplaudir contra las palabras de odio que el señor Rufián pronunciaba.

La sonrisa de un país, viendo la cara de odio de Pablo Iglesias cual dictador genocida y sus lacayos ladrando cual perros de presa descarnando una pobre presa, es la imagen que mejor define lo que va a ser esta legislatura.

A todo esto, hay que recordar: en Navarra, Bildu y Podemos es casi lo mismo, en País Vasco, más de lo mismo, o por ejemplo en el Senado (esa institución tan denostada) se sienta un etarra con delitos de sangre y nadie dice nada, y para mí eso sí que es indignante. Ver como los podemitas se rasgan las vestiduras porque les dicen la verdad, qué sensibilidad.

Tendremos cuatro años de duros enfrentamientos en el Congreso forzados por Podemos, ya que su única arma electoral es la crispación y el “calentar la calle” con demagogias y populismos bolivarianos.