Opinión

Pero, ¡¿qué se creen?!: Hablemos de Assad, Aznar y Donald Trump

Aviones sirios dañados por el bombardeo de EE.UU. en la base aérea de Al-Shairat, en Homs

 

¿Qué demonios se creen los ensoberbecidos Estados Unidos de América para hacer siempre lo que les conviene, y lo que dicen que le conviene al mundo libre, que es al tiempo lo «que les da la gana»?. Una  larga lista de acciones en todos los rincones del mundo, sin resolución previa, autoridad ni orden de la ONU, jalonan el historial agresivo USA desde 1945, arrogándose el derecho de decidir lo que está bien y lo que está mal; lo que conviene al mundo y a la libertad y lo que no, como si fueran los auténticos vicarios de Dios en la tierra. Corea, Granada, Bahía de Cochinos, Libia, Irak, Vietnam…y ahora Siria.

 

Sin saber la verdad sobre lo que ha sucedido con el pretendido bombardeo químico gubernamental sirio, el brutal Presidente Trump, sin ni siquiera consultar al Congreso, se ha permitido dar la orden a dos de sus navíos de guerra, por cierto con base en Rota, España, para que ataquen la Base aérea siria desde dnde despegaron los aviones del presunto ataque. De nada ha servido que Rusia, que está haciendo los máximos esfuerzos para conseguir la paz en Siria, haya negado, junto al Gobierno de Al Assad en Damasco, semejante ataque químico contra población civil indefensa.

 

Lo menos que podía haberse hecho era haber enviado una Comisión de investigación urgente de la ONU, para confirmar sobre el terreno una de las dos versiones: o se ha tratado efectivamente de una ataque químico de la Fuerza aérea siria o el ataque aéreo sirio ha hecho saltar por los aires un depósito de gas Sarín y Cloro de los rebeldes y yihadistas/terroristas. Si se hubiera confirmado el primer supuesto, el castigo o represalia debería haber sido ordenado por Naciones Unidas. Y si lo confirmado hubiera sido el segundo supuesto, TODO EL MUNDO debería mostrar su solidaridad con el Gobierno sirio, en vez de alentar a los rebeldes y terroristas.

 

EEUU no soporta que Rusia, con Turquía y el Chii Irán, hayan logrado la tregua necesaria entre Damasco y los rebeldes democráticos para detener la guerra y buscar en Ginebra una solución política y dialogada, aunque tal esfuerzo desde hace meses venga siendo torpedeado por el yihadismo terrorista que ha venido pervirtiendo la rebelión democrática.

 

Cínicamente, antes de la obscena agresión norteamericana en forma de bombardeo a una nación soberana, el siniestro Trump ya había encargado hace tiempo a su enviado Jason Freehlak, judío ortodoxo norteamericano, para conseguir una alianza suní, con Arabia Saudita, Egipto y Jordania, contra el Chií Irán, su aliada siria, y de paso contra Rusia. Y ahora, el «bombardeo justiciero», sin decirle a nadie lo que estaba maquinando  y sin molestarse en saber la verdad.

 

Y quizá lo peor la sumisión de las naciones europeas, entre ellas la ridícula España, apoyando la «justicia» del bombardeo americano, sin información ninguna y sin preocuparse de saber la «verdad química» de lo ocurrido en Siria.

 

Lo que ha ocurrido es exactamente lo mismo que en Irak, en 2003, cuando  otra vez los EEUU, junto a su «mamaíta británica» se lanzaron a la guerra contra Saddam Hussein porque «tenía armas de destrucción masiva»; gran mentira, como luego se ha demostrado hasta la saciedad, y en la que, por cierto, EEUU y Gran Bretaña fueron apoyadas por el Presidente español Aznar, aunque no lo hiciera militarmente.

 

Así, la pregunta final es la misma que el titulo de estas líneas: ¿Quiénes se han creído que son los EEUU para decidir por su cuenta lo que está bien y lo que está mal; quiénes son  los buenos y quiénes los malos y de dónde se ha sacado el derecho a intervenir y castigar sin consultar previamente?

Manuel Monzón

12 abril, 2017

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