Me parece que la previsión de crecimiento dada por el gobierno para este año (2,7%) es muy conservadora. Yo creo que vamos a tener un crecimiento mayor del 3%. Entiendo que es mejor quedarse corto que pasarse y además cada vez que el gobierno tiene un problema de otro tipo, puede decir que vamos a crecer más.  Le quedan aún por lo menos tres décimas para anunciar  -sin pasarse de imprudente- el crecimiento.

Pero es que además es elemental: si hemos crecido el 0,8% según dicen en el primer trimestre, (una décima más que el año pasado), si vamos a tener más de 75 millones de turistas, si estamos exportando más que nunca…  solamente hay un tema: que no se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado y en ese caso la inestabilidad política puede influir decisivamente. Pero no parece que eso vaya a ocurrir. Salvo eso no hay nada más. Y desde luego si hay una inestabilidad política gorda, ni el 2,7, ni el 2, ni nada. Aunque la economía española se está italianizando en el buen sentido: los empresarios y los trabajadores ya no están tan atentos a lo que tenga que hacer o decir el gobierno para seguir trabajando y exportando, aunque influye mucho. Y sobre todo influyen los tipos de interés, que es donde yo tengo mis cautelas.

Por tanto, todavía hay margen de recorrido. Lo curioso del caso es que cuando se presenta la previsión oficial del 2,5% coincidiendo con la presentación del cuadro macroeconómico, es hace 20 días.  Y en 20 días ya se sube al 2,7%. En aquel momento el Ministro de Economía ya apuntó que la previsión del 2,5% era muy cautelosa y creo que la actual del 2,7% sigue siendo cautelosa. Lo que creo es que el gobierno no gana nada poniendo encima de la mesa una previsión del 3,2% que luego defraude.

Yo a esto lo llamo el efecto Bubka. Serguéi Bubka era un saltador de pértiga y subía centímetro a centímetro en cada una de sus citas competitivas. Cada centímetro era más pasta. Con cada centímetro ponía en valor su capacidad de salto y eso suponía más ingresos. Pues esto supone desde el punto de vista político más ingresos, más acopio de reconocimiento de una gestión y esto es importante. El marketing político es esto y lo otro es hacer bien las cosas. No solamente hay que hacerlas bien, luego hay que saberlas dar a conocer bien. Y eso es lo que algunos le achacan al gobierno actual que no ha sabido hacer hasta la fecha. El gobierno se ha manejado con cautela y a las pruebas me remito: los resultados de la ejecución presupuestaria de hace unas semanas, cuando se hablaba del 4,3.

Dicho esto ¡Mucho ojo! Queda todavía mucho recorrido y hay incertidumbres que no dependen de la capacidad de gestión, como es por ejemplo el tema del precio del petróleo. Parece que está contenido, pero a mí la inestabilidad política que hay en Oriente Medio me da mucho miedo. Eso son cosas que no controlas y de la noche a la mañana te pega un disparo y tienes un problema con el petróleo. Aunque a decir verdad también está EEUU ahí con el fracking.

Y luego están los tipos de interés que también me preocupan, aunque parece que hasta el 2020  -dicen ahora- Draghi no va a soltar el timón de una política restrictiva. Pero esto puede tener efectos perversos para los ahorradores españoles. A la economía española se le está enseñando durante demasiado tiempo que ahorrar es malo y eso en algún momento puede saltar por algún lado y volver a poner encima de la mesa algún tipo de burbuja.

Yo creo que tenemos un horizonte de dos años para hacer las reformas, faltan reformas. El problema es que la composición de nuestro Parlamento da para pocas reformas. Y eso sí es serio.

Álvaro Lodares (Economista)

@lodares