LifeStyle

Trucos para distinguir unos buenos zapatos

Un zapato de mala calidad, mal fabricado, sintético…puede perjudicar nuestra salud y también nuestra economía, puesto que, si terminamos sin usarlo, será una compra poco rentable.

Por eso nuestro consejo siempre es piel natural, como cuero o ante. Cada zapato tiene un uso concreto y diferente. Los materiales sintéticos producen mal olor en la sudoración, rozaduras y problemas de salud como dolor de espalda o rodilla. De ahí la insistencia que cada zapato tiene su uso concreto. Igual que nunca iríamos a una boda con zapatillas de correr y traje de gala, nunca deberíamos usar botas altas para estar todo el día trabajando de pie o andando.

El empeine y el tobillo deben quedar sujetos, ni sueltos, ni apretados. Con los zapatos de piel natural, este problema lo evitaras. La piel natural es blanda y flexible, todo lo contrario que la piel sintética.

La piel natural y el zapato bien fabricado nos asegura una buena pisada evitando lesiones en la columna. El zapato debe probarse en la tienda y quedar ¨como un guante¨. Si en la primera puesta roza o molesta, desconfía de ese zapato. Sólo el zapato bueno puede ceder algo la piel por su uso, hecho que nunca ocurrirá en el zapato de mala calidad.

Otro aspecto a tener en cuenta es el refuerzo en el talón. Siempre debe estar por debajo de la articulación del tobillo. Igual que todo zapato de hombre debe llevar tacón. Tan perjudicial es para la columna un zapato plano como uno con exceso de tacón. El tacón y la suela es preferible que sea cosida que pegada.

 

15 enero, 2018

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