Opinión

Rajoy-Sánchez-Iglesias-Rivera: la gran partida de póker

A las 22.30 del pasado día 20 de diciembre el joven árbitro de póker de nuestro país, Felipe de Borbón, sin apenas experiencia en estas lides, repartía juego para el Campeonato de España de Poker de los próximos cuatro años. La baraja que utilizó era francesa y al ser solamente cuatro los jugadores que se lo disputaban le había retirado los doses, treses, cuatros y cincos, permitiendo así, tras los descartes, que todos optasen a nuevo juego.

Cada uno de ellos, con sus cinco cartas próximas a sus ojos, las abrían lentamente con objeto de conocer que les había deparado la suerte, mientras que cuatro cámaras de televisión enfocaban un primer plano de cada uno de ellos denotando sus gestos lo que les había deparado el azar.

El campeón de 2011, Mariano Rajoy, conocido en los ámbitos profesionales como “el mudo”, no hizo ningún gesto significativo, salvo el tick que tiene normalmente en su ojo izquierdo qué, es verdad, lo tenía más acentuado que otras veces. El juego que había recibido no era malo del todo ya que tenía proyecto de color con cuatro cartas de diamantes pero sin poder optar a la escalera.

Pedro Sánchez, que aspiraba por primera vez al título, es de esos jugadores poco ortodoxos al que no solo sus gestos le delatan, sino que es capaz de farolear verbalmente, cosa que solo afectaba a uno de sus rivales, “el conejillo de Vallecas”, si cabe, más fanfarrón aún que él. Con una pareja de reyes con as sus posibilidades quedaban abiertas.

El tercero en liza era Pablo Iglesias, el ya referido “conejillo de Vallecas”, joven jugador pero con amplia experiencia pues había sido uno de los entrenadores mejor pagados del gran jugador venezolano, Hugo Chávez, campeón de Venezuela desde 1999 hasta 2013, fecha de su fallecimiento, aunque en su país le increpaban haber ganado los títulos con trampas. La suerte, como a Pedro Sánchez, le había deparado otra pareja de reyes con dama, lo que impediría a Sánchez e Iglesias obtener el trío.

Tras una fase previa donde había demostrado gran nivel, Albert Rivera pudo acceder al campeonato de España por primera vez tras dejar fuera del mismo a la campeona vasca Rosa Díez, la que por cierto, tras su cruel derrota con Rivera, optó por dejar el póker. Al jugador catalán se le había quedado pequeño el campeonato de Cataluña, de ahí su paso al de España, donde por cierto se cuestionan los resultados del último torneo ganado por Puigdemont, ya que, siendo autonómico, pretenden darle carácter nacional estando hoy el asunto judicializado. Rivera solo obtuvo una pareja de dieces.

El público que asistía en el hemiciclo a la partida no perdía detalle de sus jugadores favoritos. Los partidarios de Rajoy, “el mudo”, eran los más numerosos, pero también los más callados, valga la redundancia, no entendiendo el resto de la tribuna la adoración que le profesaban al campeón gallegosus seguidores, que creían era más propia de una secta por considerarle un jugador muy mediocre. Aún se le recuerda el campeonato de España que perdió en 2004 cuando contaba con un full de ases reyes.

Sánchez, aunque ha perdido partidarios, tenía, igualmente, una decente legión de seguidores que le acompañaban en la partida, destacando entre ellos su entrenador personal, César Luena, que entre sus méritos se encontraba haber sido el campeón de póker de Bobadilla, un pueblo de La Rioja de 125 habitantes. Creemos que el escaso bagaje profesional de Luena, ha perjudicado a Sánchez en ésta interesante partida, más aún cuando entre el público se encontraban un auténtico campeón, interesado en la victoria de Sánchez, cómo era el caso de Felipe González, al que dejaron fuera de su asesoramiento.

Si alguien tenía y tiene unos seguidores ruidosos ese es Pablo Iglesias, pareciendo que en el hemiciclo solo estaban sus partidarios, que a viva voz gritaban ¡¡¡Pablo Campeón!!! ¡¡¡Pablo Campeón!!!, lo que es justo entender ya que hasta hace bien poco Iglesias jugaba al póker en un bar de Vallecas y en el bar de la Complutense.

Los seguidores de Rivera, que no dicen una palabra más alta que otra, pero que no se callan, miraban a izquierda y derecha con resquemor ¿Y estos son los mejores jugadores de España? ¡¡¡Vaya nivel!!! Pensaban en su fuero interno, aunque no había otra que jugar, no contra ellos, sino con ellos.

Esta partida se jugaba bajo una nueva versión de póker a la venezolana, lo que favorecía el estilo de juego de Iglesias, y por la cual los jugadores enseñaban a sus contrincantes las  cartas con las que se quedaban, salvo los descartes, que boca abajo quedaban fuera de la partida.

Sánchez, cuando ve que Rajoy tiene cuatro diamantes y que él se ha desprendido de dos, se le ilumina la cara al ver que hay muchas posibilidades que el anterior campeón quede fuera de la lucha. Se quedará con sus dos reyes de tréboles y corazones y su as de picas y pedirá dos cartas para intentar ligar dobles parejas o ful, lo segundo harto improbable, por tener Rajoy el as de diamantes.

Mientras Iglesias, listo donde los haya por haber aprendido a jugar al póker en la calle junto a verdaderos tahúres, enseña sus reyes de diamantes y picas, junto a la dama de tréboles, con objeto de pedir dos cartas y pelear, visto el juego que hay sobre la mesa, por el subcampeonato de España.

Rivera, que solo cuenta con dos dieces, uno de ellos de diamantes, no es consciente, aún, de que puede ganar la partida, entre otras cosas por desconocer los descartes de Sánchez.

Por último, el campeón de España 2011, cree que puede ganar la partida desconociendo que solamente queda un diamante entre las dieciséis cartas a repartir.

Los días anteriores al reparto de cartas de la segunda mano los jugadores Iglesias y Sánchez hablan entre sí de las escasas posibilidades que tiene Rajoy toda vez que queda, solamente, un diamante en la baraja. Ambos están exultantes.

El día 22 de enero se repartió la segunda mano de la partida con un resultado enigmático, ya que Rivera ha optado por no enseñar sus cartas. Mientras, Iglesias, aunque se quedó en pareja de reyes, se vio como el seguro subcampeón, manifestándose así públicamente. Poco después, Sánchez, que igualmente se quedó en pareja de reyes con as, y que había obtenido el diamante que restaba, se declaraba ante los medios como el nuevo campeón de España aunque, de forma poco caballerosa, pretendía humillar al anterior campeón que en silencio, al ver que no ligó color, optó por leer el Marca y relajarse.

Lo sorprendente de lo acaecido el pasado 22 de enero fue la actitud arbitral que muchos no alcanzamos a comprender, ya que pretendía que el anterior campeón fuera humillado delante de los simpatizantes de Sánchez e Iglesias, aunque algunos piensan que a lo mejor lo hizo de buena fe.

La realidad de todo lo anterior es que las normas del póker a la venezolana exigen que el campeón tenga al menos un trio, lo que ignoraban los noveles, en el campo profesional, Sánchez e Iglesias, que ya cantaban victoria.

Por tanto y con idea de solventar de forma definitiva el campeonato, el árbitro va a exigir a los cuatro jugadores que vaya cada uno de ellos con sus cartas a su despacho de la Federación Española de Póker, sito en Zarzuela S/N, para presentárselas junto al notario del reino y así tomar la decisión definitiva de cual es el campeón de España 2016 definitivo, que todo pasa por que Albert Rivera ligue un diez formando trio.

Dice el Reglamento de la Federación que en caso de quedar el título vacante el árbitro podrá designar Campeón Honorífico 2016 a alguno de los campeones anteriores, descartándose que éste sea el que fue designado como gran adalid del viento, José Luis Rodríguez Zapatero, o el que es en la actualidad el campeón de España de veteranos en abdominales, José María Aznar, más interesado hoy en la gimnasia sueca que en el póker, lo que le invalida. Le queda al árbitro la opción de designar a Felipe González, jugador ortodoxo donde los haya y que acredita gran experiencia, incluso en la modalidad de póker a la venezolana, aun siendo uno de sus mayores detractores. Además González es admirado hasta por los partidarios de Rajoy.

Javier Cordero

25 enero, 2016

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *