Opinión

Selectiva memoria histórica de la izquierda caviar

El ser humano tiene mecanismos atávicos que le ayudan a olvidar ciertos episodios traumáticos. Sirve para vivir mejor, superar traumas o dulcificar el pasado. En términos más coloquiales es lo que se suele llamar “memoria selectiva” o el sólo acordarse de lo que uno quiere.

La memoria selectiva ocupa un lugar muy destacado en el ámbito político. Los corruptos y las fechorías hechas en la casa propia se perdonan con una facilidad pasmosa, mientras que las tropelías y chorizadas en la casa de enfrente se quedan grabadas de manera indeleble. Es una capacidad para esfumar lo pretérito que tiene una cualidad transversal, afecta del mismo modo e intensidad a izquierda y a derecha. Sin excepción. Las excusas, más creativas que Magic Johnson con un balón de baloncesto.

IMG_7933En Leganés asistimos en los últimos días a un caso paradigmático de desmemoria histórica por parte del equipo gobernante, una “selecta” coalición integrada por un PSOE desunido en dos partes, más los restos de una IU en búsqueda de la I y perdida para siempre la U. Hablamos de la piscina Solagua. Una legendaria instalación pública señera en la Comunidad de Madrid y en donde diversas generaciones y familias disfrutaron de unos refrescantes baños en un magnífico entorno natural difícil de encontrar en el sur madrileño.

SOLAGUA POST MG_1615Un fatídico día de septiembre de 2007 cerró esa icónica piscina por mor de las ansias especulativas, depredadoras y de lucro privado de esa izquierda tan defensora de lo público sólo cuando no gobierna. Casi 9 años después y habiendo sufrido la instalación una brutal metamorfosis hasta convertirse en un paisaje lunar o un enclave arrasado por el Estado Islámico, al dúo sacapuntas del falso progresismo (tras el fugaz y nada memorable interregno del PP) no se le ocurre otra cosa durante esta semana que querer enterrarla y con ello su simbología con toneladas de arena traídas con nocturnidad y alevosía.

Curiosa paradoja: la tierra, origen de vida, como instrumento para el certificado de defunción de un espacio que podría ser un foco de creación de empleo y actividad económica, además de un área pública para el deporte, la salud y el ocio al alcance de todos los vecinos y no sólo para quienes tienen un bolsillo que les permita piscina en su chalé o urbanización. Es una forma muy singular de ser de izquierdas. Un nuevo concepto de “conciencia de clase”. Una desmemoria histórica. Afortunadamente los vecinos no olvidan a la velocidad, ritmo o interés que quieren los políticos y en una nueva demostración del ya mítico “del barco de Chanquete no nos moverán” se ha salvaguardado de la Piscina Solagua eso que aún no han logrado asesinar sus malhechores: su recuerdo.

@carlosULEG

Concejal de ULEG en el ayuntamiento de Leganés y presidente de Tercera Vía-Confederación de Agrupaciones Políticas Independientes

29 enero, 2016

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